Lunes

EL HOMBRE DESNUDO

Como demostró Kurosawa en "Rashomon", el mismo crimen contado por dos implicados se convierte en dos crímenes distintos y pongamos que hablo del auto sacramental del PSOE en el que los asistentes debían convencerse a sí mismos de que limitar el déficit es una medida tan progresista como el matrimonio gay o subvencionar un festival de marionetas para niños saharauis. Miradas extraviadas, sonrisas de colmillos salientes y manos entrelazadas a modo de plegaria clandestina. "Yo no lo hubiera hecho así", ha susurrado el candidato Alfredo para salvar su lugar en la Historia y el presidente ha asentido con esa expresión críptica que a fuerza de significar tantas cosas ha terminado por no significar ninguna. A pesar de las histéricas piruetas de la prensa amiga, el candidato ha asumido que está rodando una versión socialdemócrata de "Rashomon" en la que el espectador solo cuenta con una certeza: la víctima llevaba barba.

Martes

A POR ELLOS

Yo no me preocuparía excesivamente si fuera exconsejero de la CAM por las insinuaciones de que el Banco de España está considerando la posibilidad de empitonar judicialmente a los antiguos responsables del chiringuito. En primer lugar, un pleito de estas características batiría el record de longevidad del juicio de residencia de Hernán Cortés, a quien le dio tiempo para descubrir California mientras era juzgado. En segundo lugar, los inspectores del Banco de España llevaban varios meses instalados en los sótanos de la CAM y no se precisan poderes paranormales para detectar operaciones flagrantes salvo si los inspectores hacían cualquier cosa excepto inspeccionar. El riesgo evidente para los exconsejeros es que alguien haya decidido entregar algunas cabezas para aquietar al populacho. Pero como ni siquiera Hernández Moltó ha debido sufrir este engorroso trámite a cuenta de Caja Castilla-La Mancha, ¿qué pueden temer estos visionarios que pagaban a proveedores con entradas de Terra Mítica o erigieron urbanizaciones desérticas en la jungla mejicana?

Miércoles

CUENTAS Y ABALORIOS

La ninfa Cospedal ha optado por la cirugía de hierro y avanza un recorte presupuestario del 20% en Castilla-La Mancha que ha merecido división de opiniones entre los editorialistas. Para algunos constituye un ejemplo de sobriedad; para otros es un macabro anticipo de la purga prevista por Rajoy si el 21-N es citado en la Zarzuela para tomar té, pastas y firma en el BOE. Interesa resaltar que la terapia será la misma gane quien gane las elecciones dado que la economía se rige por complicadas reglas matemáticas y no por la milagrosa multiplicación de panes y peces. Pero también parece pertinente recordar que el despilfarro no es una plaga que sólo ataque a individuos de izquierdas. La derecha posee ilustres afectados que han elevado la catástrofe contable a la categoría de disciplina artística. Puestos a comparar simas presupuestarias, todo el déficit castellano-manchego apenas alcanza aquí la condición de leve desajuste. Por cierto, Fabra ha adelgazado.

Jueves

TODOS A LA CALLE

Un juez ha decidido que el antiguo tesorero del PP es ajeno al batiburrillo de "Gürtel". El soporte son una treintena de folios confusamente redactados que finalmente transmiten la sensación de que la mera sospecha no puede incriminar a nadie. Esto está muy bien y debo lamentar que al juez Garzón, que inició las actuaciones, le haya tocado vivir una época en que no basta descubrir al mayordomo ante el cadáver del duque con un cuchillo ensangrentado en las manos: siempre es posible que el duque se suicidara. Además, incluso un mayordomo con la levita perdida de sangre tiene derecho a que se respeten ciertas garantías que hemos logrado inocular a las leyes tras doscientos años de garrote vil. Los abogados defensores lo saben, los acusados lo saben y el juez Garzón no lo sabe teniendo en cuenta que él mismo se ha convertido en una garantía: si se encarga de la instrucción del caso, las posibilidades de absolución aumentan exponencialmente (no sé qué significa "aumento exponencial", pero sin duda ustedes me siguen).

Viernes

LOS PÍCAROS

Desmintiendo su fama de sosos, los suecos encarcelan a los padres que abofetean a sus hijos y a continuación pretenden absurdamente que los críos prosperen con el trauma de haber regalado antecedentes penales a sus progenitores. Por contraste, lo más peligroso de cualquier plazuela española no son las pandillas juveniles, sino las ancianas con andadores que embisten sin escrúpulos a los mendigos. Piensen en la sesión de hoy en el Congreso: hemos aprobado la reforma constitucional con tal gracejo y énfasis parlamentarios que un ujier ha sesteado mientras los portavoces entonaban "Deutschland, über alles" en homenaje a la madre de la reforma. Una prueba palmaria de la civilización es el tedio y lamento que los suecos se hayan deslizado hacia la barbarie mientras nosotros nos esforzamos por parecer más escandinavos que el cuarteto Abba. Los suizos necesitaron cinco siglos para inventar el reloj de cuco y nosotros hemos necesitado otros tantos para aprender a sumar y restar.