Me gustó ver a Carlos del Amor embarcado en la aventura de entrevistar a Pedro Almodóvar en su faceta más personal. Me gustó asistir al visionado de Almodóvar íntimo porque fue como realizar un viaje desde La 2 hasta Canal +, y en cierta medida, como si en esta "canaplusización" de la cadena pública, hasta Carlos del Amor se hubiese "Juanjosemillasizado".

Sí. Porque esta zambullida en el universo almodovariano, esta iniciativa de compartir una jornada con el director manchego, una jornada en la que a éste le dolía la cabeza, y llevárselo a exteriores de su agrado, en este caso al edificio de La Corona de Espinas, y recorrer los itinerarios de su infancia y adolescencia, su estancia en los Salesianos y los Franciscanos, salpimentando con imágenes de toda la filmografía anterior, era un sano ejercicio que ya habíamos visto tiempo atrás en los especiales delicatesen con que nos solía regalar Canal +.

Por eso está muy bien que La 2 se ponga las pilas. Y a falta de presupuesto, eche un poco de imaginación, embauque a sus profesionales (o al revés, que casi siempre es más efectivo, que sus profesionales embauquen a sus jefes) y se líen en aventuras como ésta del Almodóvar íntimo. Un programa que surge, qué duda cabe, dentro del plan de promoción por parte de El Deseo de La piel que habito, pero que afortunadamente se convirtió en formato atinado y pertinente.

Esa misma tarde de miércoles me acerqué a La 2 noticias, muy preocupado por los datos de audiencia del día anterior, que lo condenaron a un escueto 0'5% de cuota y 35.000 espectadores, los que deben ver un desfile festero en una televisión local. El informativo de Mara Torres fue impecable. Necesario. Pero por lo que sea ha perdido a su público. Que a Almodóvar no le pase lo mismo.