Allá por donde estés Antonio, te dirijo estas letras para justificar mi impotencia al no haber podido conseguir que cumplieras tus deseos de presentar una exposición antológica de tus obras ante tus paisanos.

Sí, ya sé que decía nuestro amigo común Antonio Pascual, "cuando uno se justifica es porque sabe que algo no ha hecho bien". O lo que es lo mismo "Excusatio non petita, acusatio manifiesta". Pero tú lo sabes y él también lo decía, que este nuestro pueblo es desagradecido; mal que nos pese hemos de darle la razón.

Solicité las salas, les hice llegar cuanta documentación tenía, después la que me enviaste: catálogos, currículos... me exigieron que grabases en un CD las obras que ibas a exponer, así lo hiciste y yo lo entregué, incluso el libro "Nuestros artistas pintores" que escribí y donde está condensada tu biografía, después me cansé de preguntar y en la CAM me decían que dependían de Alicante y en lo referente al Ayuntamiento, cuya confianza en los políticos, por mi parte, siempre ha sido nula, todo eran largas.

Lamento que un artista como tú, que has expuesto en toda España, que tus cuadros forman parte de la colección Thyssen-Bornemisza, que has recibido homenajes en diferentes lugares, que te nombraron académico de número de la Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz, donde también tienes dedicada una calle y ahora te van a organizar, una vez más, esa antológica que deseabas mostrar a tus paisanos; aquí en tu tierra no se te haya tratado con la consideración y categoría que tienes como artista y como persona.

Pero consuélate, no eres tu sólo, hay gran cantidad de ilicitanos a quienes sólo el Patronato Histórico Artístico Cultural d'Elig, les ha reconocido su labor en pro de Elche. Por contra, hay reconocimientos, cuyo todo mérito es tener el carnet del partido, lo cual es vergonzoso, por parte de quienes lo han concedido y de quienes lo han aceptado sin más mérito que el expuesto, porque nunca han hecho, altruistamente, nada por nuestra ciudad.

Presumo que, con la sencillez que te ha caracterizado siempre, dirás, las personas pasamos, sólo quedan las obras, por mucho que algunos los quieran encumbrar o encumbrarse, el tiempo coloca a cada cual en su lugar.

Y tu lugar en el Empíreo Celestial, seguro que lo tenías reservado en sitial privilegiado.