Me voy pero que quedoÉ y cobrando. Pues sí, "decíamos ayer" que estos políticos tienen más cara que espalda. De estos personajes no se salva ni el apuntador. A sus gestos nos remitimos. "Por sus obras los conoceréis", que dice la Biblia. Todos -salvo rara excepción, que no alcanzamos a vislumbrar-, son de la misma casta, aunque anhelamos fervientemente expresar lo contrario. Los que más se significan, son los que más escaños disfrutan: pepeistas y sociatas. Todos, una vez aterrizan en política, irán de un lado a otro, vueltas y revueltas, hasta que atrapan un sillón. Entonces no lo sueltan ni a empellones. Desde ese momento se plantean seguir subidos al machito llueva o truene.

Vivos ejemplos los tenemos en el recientemente "fallecido", políticamente, Camps F. y en su homólogo, a punto de fenecer, Zapatero. El famoso, por nefasto, de Camps, primero se aferra al sillón de diputado "pelao", acto seguido detecta que está poco remunerado y ¡hala! a buscar otra sinecura mejor. Pues nada: consejero del Consell Jurídic Consultiu -CJC-, con voz pero sin voto. Eso sí, asesor, secretaria, coche, chófer y dos escoltas. Casi "na". Lo marca la Ley. La cuestión es vivir de la política sin dar un palo al agua. Puesto este del CJC que no utilizaron Edu Zaplana y el fugaz J. L. Olivas.

Lo que no está claro es en qué cosa puede aconsejar un fracasado. Lo que sí tenemos por sabido es que donde ha pisado -durante ocho años- no creció la hierba. Desde que entró a presidir la Generalitat, comprobado está, ha convertido a esta Comunidad en una de las más endeudadas. Ahí queda la labor del susodicho.

Frecuentemente se buscan consejeros, doctos en la materia que no se domina, para que aconsejen, sobre tal o cual cuestión, empero nunca se recurre a frustrados. "Es legal", dice Jorge Cabré, conseller de Justicia. Faltaría más. La cuestión no es de legalidades, más bien es de comportamiento ético. Los celos entre hermanos, ¡qué malos son!. Lástima, qué todos sus sinsabores le hayan venido por culpa del: "Te quiero un huevo"... solo; el otro, se puso celoso y mira por dónde.

Después de todo, hechos de esta naturaleza ocurren exclusivamente en la "empresa" pública. En la privada, cuando a uno se le pilla "in fraganti", por presunto de lo que sea, se le despide. De ninguna manera esperan a que un juez dictamine. Una empresa no puede permitirse esos "lujos". Por presunción, a la puta calle.

Otro que se va, bueno lo echan -el señor Zapatero-, al parecer por incompetente. Celebra su "funeral" nada menos que el 20-N, efeméride del "glorioso claudillo", digo caudillo. Las gentes se preguntan, el por qué habrá hecho coincidir la fecha rememorando a aquel abominable personaje. Según comentan tal vez sea en memoria de su abuelo, que al parecer militó en las filas franquistas.

Así, al igual que el compañero de "viaje" más arriba expuesto, el dubitativo e insulso señor Zapatito, digo, Rodríguez Zapatero, tiene previsto pasar al Consejo de Estado -asilo de retirados-, como asesor -y va de asesores-, del Ejecutivo. Con sus correspondientes guardaespaldas, coche oficial, chófer, asesores y secretarias. Puesto del que, dicho sea de paso, sus predecesores desistieron. Cabe entonces preguntar, si en igual caso desistirá o no de su sinecura.

Mientras tanto, encomiable el gesto de J.J. Ripoll, demostrado que es mejor que otros -su compañera de partido, por tanto enemiga, Sonia Castedo lo ha dejado mirando las musarañas, lo malos que son los compañeros, no perdonan una-. Persona sin oficio ni beneficio político, va y se apunta, sin rubor, al Servef para cobrar el paro. Qué otra cosa podía hacer el hombre. Acostumbrado la tira de años a vivir del cuento, digo, de la política. Uno más a engrosar las filas del paro. Por nadie que pase.

Ahora bien, la que mejor sabe montárselo, nuestra ex, Mónica Lorente -hábil "excompa" de Ripoll-, le toca cobrar un millón de pesetas, ahí es nada, mensual, es lo que le corresponde como diputada, de lo presupuestado para sueldos. Por cierto, hemos preguntado reiteradamente y nadie sabe explicarnos para qué sirven las diputaciones.Dicho sea de paso, tampoco sabemos si los diputados provinciales, tendrán o no derecho a asesores, secretarios, chófer... Así nos va.