T ras las pasadas elecciones locales y autonómicas observamos una considerable cantidad, demasiados, de alcaldes electos que, a su vez, han obtenido escaños en el Parlamento valenciano y/o en la Diputación, al frente de la cual figura uno de ellos. Creemos que se trata del primer edil, en este caso alcaldesa, que preside la entidad provincial desde que en 1979 se celebraran los primeros comicios democráticos. También en Valencia un alcalde ocupa la presidencia de la Diputación, amén de la de su partido. En nuestra provincia, dos primeros ediles, además de ser diputados provinciales, son miembros de Les Corts, uno de ellos, y del Congreso, la otra. Por lo que nos preguntamos cómo se pueden acumular dos cargos más a una Alcaldía. ¿Ha surgido la nueva figura del Superman político? En tal categoría también incluiríamos a la Presidenta ya que además, a diferencia de su antecesor, ha asumido las competencias en el área de Bienestar Social.

Constituida la Diputación, la Presidenta-Alcaldesa ha manifestado su lógica preocupación en que se puedan compaginar las delegaciones otorgadas con las competencias locales, las autonómicas o las nacionales, exigiéndoles un gran esfuerzo para conseguirlo, lo que no les va a resultar nada fácil. Mientras que los ediles han sido elegidos directamente por los ciudadanos, lo que les obliga a dedicarse primordialmente a gestionar los intereses municipales, quienes ostentan además la condición de diputados han sido designados, indirectamente, por sus respectivos partidos. A diferencia de ellos, sus homónimos autonómicos y nacionales también han sido elegidos directamente y, además, tienen conferida la potestad legislativa. Usando símiles futbolísticos encuadraríamos a éstos en la segunda y primera división, respectivamente, y a aquéllos en la tercera y última, por lo que no deben pretender disfrutar, como ha sucedido hasta ahora, de idénticos o superiores privilegios.

También ha reclamado la presidenta reducir gastos prescindibles, proclamando "austeridad y más austeridad" en el actual mandato corporativo. PeroÉ hasta ahora sólo se han acometido tímidos e insignificantes recortes que han puesto al descubierto las excesivas sinecuras de que disfrutaban sus señorías, y que consideramos más propias de jefes de gobierno, como la de disponer de unas dietas de 200 euros/día, la de alojarse en hoteles de cinco estrellas o el desplazarse en clase preferente. Además, incomprensiblemente, tenían asignado un complemento de productividad (¿por acudir un par de días, semanalmente, al palacio provincial?), incentivo propio del funcionariado y que les reportaba unos ingresos de 6.000 euros/año de media. Se trata, a nuestro parecer, de gajes escandalosos que nunca debieron haberse autoconcedido yÉ que ahora se recortan y/o se suprimen. Anunciar tan solo tales ajustes y disminuir en un 25% el gasto en asesores, cuando su número superaba los 70, nos induce a calificar la anunciada austeridad como del todo insuficiente, máxime teniendo en cuenta que no se reducirán los haberes de los diputados ediles, 31, 20 del PP y 11 del PSOE. Percepciones, que como hemos denunciado otras veces, nos parecen desorbitadas en relación a la dedicación a los asuntos provinciales y a su responsabilidad, más bien escasas ambas, al haberse aumentado en un 40% hace unos años, sin fundamento alguno.

El ofrecimiento de la presidenta de conceder la dedicación exclusiva, al igual que su antecesor, a todos, contrasta con el más lógico criterio de la alcaldesa de Alicante de restringir su número limitándolo a los ediles con competencias, por lo que al no habérseles concedido a aquél, ejercerá su cargo sin tal complemento económico. ¡Paradojas de la vida!

En cuanto a la preocupación expuesta, por el elevado desembarco de alcaldes en la Institución, compartimos sus temores ya que deben dedicarse principalmente a gestionar los asuntos locales, por lo que sugerimos que se celebren las sesiones, incluidas las de los organismos provinciales, por las que además se perciben respetables cantidades, por las tardes al igual que en los Ayuntamientos de El Campello y Orihuela, con notable éxito de público. Así todos los ediles podrán dedicar más tiempo a sus respectivos Consistorios durante todas las mañanas. Ni alcaldes -diputados ni diputados- alcaldes. La presidencia debe atribuirse a cualquier edil no alcalde, como hasta ahora, y, desde luego, ningún miembro de la entidad provincial debe contar con unos haberes superiores a los atribuidos a los Consellers ni a los regidores de Ayuntamientos de grandes ciudades: Alicante, Elx, Torrevieja, OrihuelaÉ Simultanear dos cargos implica que ninguno de los dos pueda ejercerse en exclusiva con la única excepción de quien ocupe la presidencia y siempre y cuando no se trate de un alcalde. ¡Lógica conclusión!

¿Han olvidado o desconocen la existencia de la dedicación parcial que resultaría mucho más adecuada para sus señorías?

Mientras se debate sobre la supresión de las Diputaciones para evitar duplicidades de competencias y el considerable gasto que generan, éstas siguen pasando de la crisis, nadando en la abundancia, dando un mal ejemplo a la gran mayoría de los Ayuntamientos, asfixiados por las innumerables deudas contraídas. Ser diputado ¿se ha convertido en el mayor chollo jamás soñado?