Hace pocas semanas se han constituido las Cortes Valencianas, surgidas de las elecciones autonómicas celebradas el pasado 22 de mayo. Sanidad, educación, desempleo, ética y decencia política, así como la protección social son algunas de las tareas que los parlamentarios y parlamentarias de nuestra Comunidad tienen por delante. Los ciudadanos y ciudadanas no pueden seguir esperando, y demandan soluciones. Ahora les toca trabajar.

La Comunidad Valenciana sigue suspendiendo en la atención a nuestros dependientes. No podemos tener el falso privilegio junto a Canarias, Asturias, Madrid y Baleares de ser una de las comunidades que peor atendemos, mejor dicho desatendemos, a nuestros mayores y discapacitados. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad y Política Social, a 1 de julio de 2011, la Comunidad que preside el señor Camps ha registrado 112.035 solicitudes de personas dependientes necesitadas de una ayuda, y se han dictaminado favorablemente 110.947, de las que sólo 77.264 personas son las beneficiarias con derecho a prestación.

Casi 34.000 personas de nuestra Comunidad han sido valoradas como dependientes y están esperando ser beneficiarias de una ayuda. ¿Para cuándo? Por desgracia algunas personas, por el retraso en la adjudicación de la ayuda, habrán fallecido cuando ésta les llegue.

Estos datos corroboran lo publicado por el último dictamen del Observatorio de la Dependencia, el cual señala que nuestra Comunidad es la segunda peor en atención a nuestros dependientes. Hay pilares del Estado del Bienestar, como la protección social, que no debieran ser objeto del condicionamiento económico coyuntural, y mucho menos que ese recorte social perjudique a los más desfavorecidos de nuestra sociedad. Es lo que diferencia una sociedad de progreso de otra que no lo es.

Y mientras, ¿qué hacen los partidos de izquierda para combatir este desgobierno del señor Camps? En el Partido Socialista del País Valenciano ya sabemos lo que están haciendo: lo que llevan décadas haciendo. Pelearse, estar a la greña por un cargo, alejarse de la sociedad y no trabajar para solucionar los problemas de los ciudadanos y ciudadanas de la Comunidad Valenciana.

Ahora se nos anuncia que tienen la solución para las próximas elecciones generales. Una amenaza más. Poner de "cabeza de cartel por Alicante" a la ministra de Sanidad y políticas sociales, Leire Pajín. Sí, han leído bien. La misma que pasó por la secretaria de organización federal del Partido Socialista con más pena que gloria, por no hablar del affaire de Benidorm. En fin, el Partido Socialista sigue premiando la mediocridad política. ¿Qué pueden aportar determinados políticos y políticas que han llevado al Partido Socialista a los peores resultados en unas elecciones municipales y autonómicas?

El candidato "socialista" Rubalcaba nos acaba de anunciar las ideas fuerza de lo que será el programa electoral del Partido Socialista para las próximas elecciones generales. Pero, ¿para qué sirven los programas electorales si luego no se cumplen? ¿En el programa del PSOE, del 2008, se reflejaba una disminución en el sueldo de los empleados públicos? ¿O la congelación de las pensiones? ¿Venía expresamente, en ese programa electoral, una reforma laboral que ni el mismo Mariano Rajoy se hubiera atrevido a realizar?

Mientras, los sindicatos de clase, UGT y Comisiones Obreras ¿dónde están? ¿A qué dedican el tiempo libre? Lo último, y que debiera hacerles reflexionar, es que se anuncia una huelga general por el movimiento social 15 M sin contar con las organizaciones sindicales de nuestro país. Llevan años alejándose de los centros de trabajo, y parece que sólo piensan y trabajan por tener representación sindical en algunas grandes empresas. Estamos inmersos, queramos o no, en una globalización económica y financiera, y los sindicatos españoles y europeos ni se han enterado de ello. Hace años, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) tenía una fortaleza sindical que hoy se anhela. Por cierto, mi compañero y admirado Nicolás Redondo Urbieta era, por aquel entonces, vicepresidente del organismo sindical europeo.

Las personas dependientes y los más desfavorecidos de nuestra sociedad necesitan, también, de unos sindicatos fuertes. El crecimiento organizativo es fundamental en esa fortaleza, y para eso debieran repensar su estrategia sindical en un mundo laboral cambiante.