El lunes, en un despacho del Ayuntamiento de Orihuela, los tres partidos hasta ahora de la oposición llegaron a un acuerdo de gobernabilidad que pasaba por superar el escollo más difícil que existía y que era el de los egoss: Quién de ellos debería ser el alcalde por capacidad o por méritos. A la reunión fueron los primeros espadas: Antonia Moreno (PSOE, 6 ediles), Pedro Mancebo (CLr, 4) y Monserrate Guillén (Los Verdes, 3). Sólo los dos primeros tenían aspiraciones de gobernar y por motivos muy distintos. Y este es un pulso, desde mi opinión, estéril para el futuro de la ciudad, porque lo importante no es quién mande sino a quién quitan.

Mancebo asumió que era mejor para Orihuela ceder que mantener una disputa con Moreno que sólo beneficiaría al Partido Popular. ¿Y por qué? porque la candidata del PSOE tiene claro que no va a votar a otra persona que no sea ella para el despacho principal del Palacio del Marqués de Arneva. Genio y figura de Moreno, que es algo que se puede permitir porque, a diferencia de la mayoría de los políticos, no vive de la política -otra cuestión es que le guste, y más como un reto personal que como otra cosa, no se equivoquen- y, si mañana se tiene que regresar a su instituto, no se preocupen, que se irá. Otros no pueden decir lo mismo. De ahí nace su famosa prepotencia.

Mancebo actuaba con tanta coherencia como en su día hizo Guillén al apartarse de la batalla por la Alcaldía y entender en su caso que ésta es un premio pequeño si se compara con lo que le puede suponer el gestionar la cosa pública con formas y métodos distintos a los que estos años ha utilizado el Partido Popular (y ellos no han dejado de criticar). Algunos de estos argumentos fueron los que llevaron en su día a los tres partidos de la oposición a tener sólo una idea coincidente en su programa electoral: Mónica Lorente no podía seguir siendo alcaldesa. Bueno, pues ahí lo tienen.

Y otra cosa más. Muchos ciudadanos les han dicho que les han votado para que sacaran al PP de la Alcaldía. No les han pedido ni parques, ni aparcamientos, ni empleo, ni políticas sociales. Sólo eso. Y yo creo, incluso, que a la mayoría de esos vecinos les preocupa poco quién de los tres gobierna, pero tienen claro que no querían en la Alcaldía a Lorente por cómo lo ha hecho su gente.

El lunes salieron los tres del Ayuntamiento con la claridad de que Moreno iba a ser la alcaldesa de un acuerdo que aún había que seguir madurando, pero en el que los concejales prácticamente se ponían solos en cada área de gobierno por simple afinidad, o ideológica o de capacidad.

Me cuentan que horas más tarde, Mancebo acudió a una misa -en recuerdo del inolvidable y querido Joaquín Ezcurra- y a la salida siguió recibiendo parabienes de unos y de otros, aunque ya han pasado ocho días desde las elecciones, por el éxito de cuadriplicar sus concejales (gracias a la coalición con Claro, no lo olvidemos). Más de uno que lo felicitaba probablemente era un conservador rebotado con el PP y que lo ve como alternativa. Me cuentan que le estrechaban la mano y le decían aquello de: "Moreno no puede ser la alcaldesa, pero tú, sí". Dicen que si no quieres que se sepa algo, no lo cuentes y, si lo cuentas, asúmelo. No sé si durará mucho el pacto que firmaron este lunes, que por la tarde y, en un entierro, ya hizo que Mancebo se parara a recapacitar. Pasa una cosa muy habitual en esta bendita profesión y es la cara que se le queda a la gente al día siguiente, cuando lo que te han contado se lo ven con letras de molde y, claro, se te quedan a cuadros. "Yo no he sido, ¿verdad?".

Ser oposición es mucho más fácil que gestionar. Si de verdad PSOE, CLr y LV quieren gobernar en tripartito deberán comenzar a asumir que el cambio también es el de ellos. Ayer todos corrían como pollos sin cabeza y estaban dispuestos a cortar las negociaciones a cuenta de la filtración. Habrá que concluir que difícil tendrán aguantar cuatro años en una Alcaldía tan complicada como la de Orihuela si no tienen la capacidad para saber qué es gobernar... y eso que nosotros todavía no hemos empezado a opinar sobre ellos.