Lo pueden disfrazar de muchas maneras, pero es un funeral. Zapatero ha muerto. Ya había muerto hace mucho tiempo, pero tuvieron que verlo en la caja de las desgracias electorales para sacar las plañideras a las plazas y pueblos de España para certificarlo. Ya no valdrá ni la heroica remontada con el ZP en el caballo al estilo El Cid Campeador.

Y todo se veía venir. Cuando a un partido político se le van cayendo las siglas del cartel de su sede, algo malo va a acontecer. Primero se le cayó la "E" del PSOE. Esa España que algunos socialistas quisieron hacer aquí PV (País Valenciano) y en Cataluña PSC. Se trataba de ocultar una realidad que Rosa Díez, socialista, capitaneó robándole votos del granero de izquierdas pero que no se acomplejan de hablar de España y de los españoles.

Luego se les cayó la "O" de obrero. En la misma Cataluña -PSC Partit Socialista de Catalunya- decidieron que el gran granero de votos del cinturón rojo no iba a notarlo. ¡Joder si lo han notado! Si ya no saben si votan a un partido español, obrero o mediopensionista.

A mí me parece que la "P" de partido no está hace mucho tiempo cuando el presidente Zapatero pactó estatutos que dinamitaban a otros barones territoriales, cuando pactó un acuerdo sobre el agua que bombardea el partido en mil trozos, cuando pactó meter a Bildu en las instituciones que ha hecho del partido una herramienta del ejecutivo.

Y si quieren que les diga la verdad, la "S" de socialista es la más potente y la más dañada con el líder que han tenido. Los que han votado al PSOE no saben lo malo malísimo que ha sido este presidente vacuo, flojo intelectualmente e incompetente. Ese es el gran daño a todos y cada uno de los militantes y cargos socialistas que se han visto engullidos por el vendaval azul pepero. A éste, a este ZP insoportable, ya hacía tiempo que había que habérselo quitado, o haberle puesto un equipo de primera. Pero no. Ganó dos veces, y él creyó que eso le daba patente de corso para crear ministerios chorras de Igualdad, Alianza de Civilizaciones para tirarse al ríoÉ Ustedes no saben lo malo que ha sido éste. Ha tenido, sin duda, los peores ministros de la democracia. Y hay socialistas en España de mucho nivel. Pero, no. Era eso de los amiguitos y de las collas. Los repartos del pollo que nunca tienen efecto. ¿Pajín ministra? Venga hombre, que me tiro al suelo de la risa.

Pero ese líder está muerto. No lo entierran porque lo van a amortajar hasta la próxima pelea. Y ya están preparado a Rubalcaba, que ese es de otra pasta. Porque si quieren recuperar algunas de las letras de sus siglas, lo primero que necesitan es a un líder. Un líder que no diga que vienen brotes verdes y traiga cinco millones de dramas familiares. Un líder que si dice que va a ahorrar no gaste Plan E. Que no traduzca el español en el Senado como ejercicio cínico de tolerancia. Que no se arrogue el poder de legitimar a los terroristas en el poder. Que no piense que él es la solución, por lo mucho "que ha hecho" cuando realmente es el problema. Que no desmonte España. O que si la desmonta, que lo diga, y así que cada uno vote lo que le plazca. Y que abra el debate, porque no es sólo una cuestión de primarias -que en definitiva es saber quién va a mandar- sino qué es lo que tiene que ofrecer a la sociedad para recuperar la confianza perdida-.

Una debacle electoral como la del domingo pasado sólo se arregla con una catarsis ideológica. No se trata de inventar nada. Se trata de volver a la socialdemocracia sin banderías nacionalistas, ni tripartitos descafeinados y ruines. Si se anteponen los intereses de cada comunidad autónoma a los intereses generales, a los socialistas les espera una travesía, no del desierto, sino del cementerio. Hace falta un líder sobretodo. Pero también una ideología coherente y unos mensajes a la ciudadanía creíbles. No se puede decir en cada sitio lo que la gente quiere oír. Eso no es gobernar. Eso es lo que ha hecho Zapatero, y así le ha ido al PSOE. Hay vida después de la muerte, pero sin Zapatero y con socialdemocracia real.