La foto ilustra el plácido oasis del 15M que todavía está asentado en una plaza pública. Los transeúntes pasan y miran, algunos hacen fotos (hacemos), y los más ignoran a los que pacientemente se encuentran "asentados" en el oasis.

Hessel, Sthéphane, declaraba la semana pasada que en este movimiento del 15M echaba de menos un liderazgo. Supongo que Hessel se refería a un líder que negociase las propuestas que a lo largo de estos días han sido elaboradas por los "Indignados". Tal vez también pensase en un líder que fuera capaz de entusiasmar y no dejar caer en el desánimo a los que todavía siguen acampados en medio de la vía pública. El tiempo pasa, los "indignados" bajan en número, los comercios que están alrededor se quejan porque, dicen, se obstaculizan las ventas, y ellos son las estrellas de un photocall callejero.

Pero en este "acto" falta los actores políticos, pues parece ser que los partidos políticos están mirándose más que nunca su ombligo, hablan de primarias, secundarias como si de un colegio se tratase pero de momento nadie (que yo sepa) ha propiciado un encuentro oficial con el 15M para hablar de lo que ha pasado, el porqué de lo que ha pasado y que se debe y puede hacer al respecto. Los sistemas de organización tradicionales y conservadores, propios de los países latinos, necesitan un sistema piramidal, ¿será por eso que conviene que no haya un líder?

Así pues, muchos de nuestros políticos electos critican a este movimiento social y vecinal de jóvenes y menos jóvenes, utilizando calificativos como el de "perroflauta" (simpática palabra), sin darse cuenta que incluso realizando esa actividad de ocio callejero también pagan sus impuestos, las basuras, el de tráfico e incluso cuando compran un libro, ese impuesto de valor añadido, no deja de ser una fuente de ingresos para las arcas públicas.

Entonces, ¿cómo quedamos? ¿Quién tiene que dar un paso adelante para lograr un entendimiento? Teniendo en cuenta que los "mayores" son los que tienen más experiencia, ¿no deberían ser los que propiciaran el diálogo con los más jóvenes? ¿O quizás ocurre que como la mayoría de los "perroflautas" no tienen préstamos hipotecarios no resultan tan interesantes para el poder bancario? En fin, no sé, se me ocurre algo parecido a lo que hizo Grup de Treball allá por el setenta y tantos, publicar un anuncio que diga "Por pronta ausencia del país, Se Busca Líder que siga con acampada".