Pasó el 22 de mayo y personalmente no es una fecha que me haya impactado política o socialmente, lo que en realidad me ha preocupado es otra: la del 15 de mayo. Ese día se produjo una concentración en la Puerta del Sol de Madrid. Formaban la misma jóvenes disconformes con la situación actual. Las relaciones sociales de las nuevas tecnologías de la comunicación facultan convocatorias que superan en mucho las que pudiesen iniciar cualquier partido político.

Soberana equivocación cometerían los políticos dirigentes de nuestra sociedad si justificasen las actuales elecciones como la confrontación en un partido de fútbol, yo gano y tú pierdes o viceversa. La unión de la clase política actualmente debe de estar por encima de sus ideas de partido, ello será esencial para superar tensiones sociales.

Existe una gran masa descontenta en nuestra juventud, no me gusta calificarla de "nini", más la enjuicio de jóvenes sin trabajo, sin posibilidades de conseguirlo y sin una ilusión en sus estudios al no apreciar proyecciones de futuro. A ciertos políticos ya entrados en años les recordará el descontento del mayo del 68, aunque no es comparable por cuanto en aquella época hubieron otras circunstancias mucho más graves.

Las redes sociales poseen un gran poder de convocatoria que puede nacer de exigencias razonables y positivas, pero que nunca podrán evitar el que se unan intereses ajenos a las causas justas.

Los responsables de dirigir nuestra nación tengan en especial consideración que estos anuncios de tenues nubes blancas pueden convertirse en negros nubarrones, provocadores de verdaderas tormentas. De su capacidad depende el éxito de su gestión.