Un viejo truco de los pirotécnicos veteranos. Cuando el ayuntamiento de un pueblo en fiestas anda corto de dinero y les pide que recorten gastos en la mascletà del día del patrón, estos avezados profesionales siempre optan por la misma solución: disparan una traca flojilla y cargan todo el ruido en un atronador terremoto final. De esta forma, se consigue que el público se marche contento y medio sordo a su casa, a pesar de que haya asistido a un espectáculo bastante malo y de que les hayan dado gato por liebre.

Hasta este miércoles, la campaña alcoyana venía siendo una "mascletà fallà", de esas que provocan abucheos y bostezos de aburrimiento entre los espectadores. Aplicando los principios básicos de la pirotécnica electoral, los diferentes partidos han decidido convertir los días previos a las elecciones en un bombardeo continuado de promesas, discursos y ataques al contrario. El objetivo está claro: aprovechar la recta final del 22-M para dejar en la memoria del electorado un par de mensajes contundentes y recuperar algo del tiempo perdido durante una campaña que se ha visto prácticamente borrada por su coincidencia con las Fiestas de Moros y Cristianos.

Especialmente aparatoso ha sido el cambio de actitud de PP. Tras un preocupante periodo de abulia, los populares han pegado el acelerón. Abrían el miércoles con una intervención de alto calado político del mismísimo Miguel Peralta. El diputado popular, embebido en su papel del Primo de Zumosol de Jorge Sedano, asumía la defensa de uno de los miuras de esta campaña: el desastre de la urbanización de Serelles, que le ha explotado en la cara al Ayuntamiento en pleno periodo electoral. Irreprochable en su actuación como policía malo, el ex alcalde intentaba revertir las culpas del desaguisado urbanístico en los partidos de la oposición. Simultáneamente, Jorge Sedano, consolidado para siempre como el policía bueno, nos anunciaba el inminente inicio de las obras del puente Viaducto-Zona Norte y asistía a la "no inauguración" de una nueva biblioteca pública.

Tampoco se quedaron cortos los socialistas. En primer lugar, presentaron un ambicioso plan de urbanización de acceso sur de la ciudad. Después, el candidato Toni Francés se despachó con unas duras declaraciones contra Sedano, con las que ha buscado el enfrentamiento directo con el alcalde, endureciendo el tono de la crítica y rompiendo la tendencia de una campaña que se ha realizado casi siempre en positivo.

El Bloc y L'Entesa también se han unido a la traca final. Los nacionalistas reivindicaron la construcción de un geriátrico público en la Zona Norte y los de EU presentaron un ambicioso proyecto para convertir la antigua Escuela Industrial en un complejo cultural y educativo.

Viendo este apresurado sprint, uno no puede evitar pensar que nos hemos perdido una campaña que podría haber sido muy animada. Sea por la coincidencia con las Fiestas o por pura flojera de algunos partidos, lo cierto es que el debate electoral ha quedado concentrado en solo tres días y eso, es muy poco para lo que nos estamos jugando.