Tras subir al estrado y observar a la muchedumbre, Mariano Rajoy elogió a quien está al frente del partido en la Comunidad porque "le ha tocado bailar con la más fea" e hizo un detallado recorrido a través de los avatares que su formación ha debido afrontar en los siguientes términos, extractados a continuación: "Este partido ha demostrado que sabe gobernar su casa. Sé lo que ha pasado aquí y la victoria que se producirá el domingo se debe a la buena gestión realizada. No han sido fáciles los problemas padecidos por nuestro partido, pero se ha acometido la regeneración que todo el mundo reclamaba. Como yo, él no lo ha tenido fácil, aunque ha sabido superar las dificultades. Para lo fácil vale mucha gente. En lo complicado es cuando las cosas se ven de otra manera y el candidato que nos representa ha demostrado temple, mano izquierda y firmeza, exactamente las cualidades que me gustan en un político". Se estarán preguntando: ¿De verdad que eso es lo que ha dicho Rajoy? Lo juro por lo más sagrado que ustedes quieran. Me lo dijo Pérez, que estuvo en Mallorca. Sí, porque ese fue el discurso que paseó el máximo dirigente nacional del pepé por Palma y por Mahón, veinticuatro horas antes de hacerse mortal -de necesidad- en Elche y en Valencia. Esos elogios reiterados los vertió sobre José Ramón Bauzá, quien ha sacado de las listas electorales a los imputados en los diferentes casos de corrupción que afectaron a la formación balear bajo la estela de Jaume Matas. Para que luego digan que la profesión política está tirada y que se encuentra al alcance de cualquiera. Los genios de campaña podían haberle puesto las comparecencias algo más distanciadas en el tiempo no fuera a ser que se confundiera de guión. Es que, por razones obvias, ha tenido que cambiarlo entero. Vamos, no podía dejar ni lo de que le ha tocado bailar con la más fea por una sencilla razón. Porque no hay más que mirar a todas para saber que, la más fea, somos "nosaltres".