Siguen las salidas de los últimos cítricos de la campaña 2010/2011, al menos desde la Comunidad Valenciana y con buenas variedades. Esto es mantener el interés por dar buen servicio y calidades a la clientela en buena parte de la Unión Europea (UE) y de los terceros países. Esperamos que sigan con buen tono. En mi opinión, es así como se mantiene a una clientela, respondiendo siempre a la demanda que plantean los mercados. Los terceros países son unos clientes a los que hay que hacer caso y a los que ofrecer un buen producto como son las naranjas españolas. Estamos en primera fila al dar servicio tanto a la UE como al resto de mercados, pues ésta es una obligación del que tiene que mantener posiciones de liderazgo en el negocio naranjero. Pequeños y grandes: todos estarán servidos como siempre se ha hecho. Es normal que en esta última fase de la campaña se utilicen componentes para proteger la fruta, que están perfectamente legalizados y cumplen todas las normas fitosanitarias que vigilan de cerca las administraciones que controlan las exportaciones. Eso es normal y es de lógica señalarlo cuando están autorizadas estas prácticas para garantizar la calidad de las frutas.

Por otro lado, hay que destacar en esta campaña el empujón de las exportaciones de otros productos, tales como los vinos y el aceite de oliva. Y aún esperamos que llegue el momento para exportar otro producto que el ejercicio pasado el clima lo hizo imposible; el caqui. Las copiosas lluvias hicieron imposible la marcha normal de la campaña anterior, y los que lo cuidan esperan que esta temporada pueda hacerlo al mismo nivel que los otros productos que se trabajan con los anteriormente citados..

En poco tiempo y desde otros puntos de España, nos llegan también otros productos del campo, cuidados con igual esmero con el que los que exportamos. Sin duda, España ha sabido siempre cuidar sus envíos porque ésa es la razón que permite ostentar un merecido lugar para sus exportaciones.