Ayúdale a caminar, necesita de ti, de tu amor y tu afecto; ofrécele una mano al pasar, como hermano menor, que tropieza al andar".

Este excelente jingle publicitario de los años 70 sintetiza perfectamente el motivo de este artículo.

Durante décadas, la referencia colaboradora de nuestra provincia y de otras limítrofes ha sido, y es, la CAM. Y digo "colaboradora" porque lo es de muchas facetas de nuestra vida cotidiana.

Me CAM-erizo (se me erizan los pelos) al pensar cuántas veces, a cuántas personas se nos olvida que nuestra (porque es nuestra) CAM ha estado y está colaborando en nuestras finanzas (particulares o empresariales, agrícolas, industriales o del sector terciario), pero también en nuestra cultura, nuestra ecología, nuestro deporte y nuestra colectividad social a través de instituciones o proyectos.

Pero también me "camerizo" porque creo fervientemente en las personas que integran nuestro estandarte socio-cultural-económico. Creo en Paco, en Pepa, en Cristina, en María Dolores, en Silvia, en ManoloÉ y en tantas y tantas personas que lideran cada día cada su puesto de trabajo con la vocación de servicio a nuestra sociedad y expresan los valores esenciales de la CAM.

Hoy, CAMartes, CAMnueve de CAMayo de dos mil once (he estado a punto de escribir dosmilcamÉ será la camerización), es el momento de ponernos al lado de quién siempre ha estado a nuestro lado; es el momento de determinar claramente nuestra apuesta por un caballo ganador, que no es otro que el nuestro.

He conocido de cerca lo que la CAM ha contribuido a la existencia de un Festival de Cine Independiente en Elche con casi cuarenta años de vida, una Escuela de Pintura del Hort del Xocolater con similar antigüedad, Aulas de Cultura por toda la geografía del sureste, eventos en forma de conciertos, conferencias, etcétera; ayudas para la edición de publicaciones de las más diversas materias; patrocinios de obras teatrales, de danza, o de actividades en torno a nuestro querido Patrimonio de la Humanidad que es el Misteri D'Elx; actividades de promoción de nuestro entorno natural o de las energías renovables. Y todo esto y muchas más cosas es CAM-pasado, CAM-presente y será CAM-futuro.

Si ahora las personas que lideran nuestro proyecto consideran que la mejor opción para uno de los principales motores de la cuarta provincia española en muchos parámetros es su CAM-conversión en solitario, la palabra clave es confianza (o camfianza que lo mismo es).

Nuestra CAM-UNIDAD (o comunidad) merece que creamos en nosotros mismos. Que reflexionemos en los fondos y en las formas y sigamos CAMinando juntos pensando en el bien CAMún (o común) y protagonicemos un CAMbio que refuerce nuestra personalidad aplicando los principios de la gratitud, la generosidad, la honradez, la transparencia y, claro está, también la rentabilidad; pero con "renta" y "habilidad", con criterios económicos, sociales, culturales y medioambientales comenzando y terminando en las personas; porque si olvidamos ese punto de partida y ese punto final, no habremos hecho bien nuestros CAM-deberes.

Y ahora, CAMigos, repetid conmigo: Yo me camerizo, tú te camerizas, él se cameriza; nosotros nos camerizamos, vosotros os camerizáis, ellos se camerizan. ¿A que es fácil de CAMjugar?

Y como decía el acertado slogan de las antiguas Cajas de Ahorros Confederadas en los 80, "con el interés más desinteresado".

Porque CAM se escribe con "c" de cercanía, buen consejo y confianza; con "a" de amabilidad y amigo; y con "m" de Mediterráneo y de me lo creo. Todos tenemos que creer en ese símbolo cálido anaranjado de nuestra tierra; es la marca de la seguridad en nuestro círculo mediterráneo; es el logo elemental que nos identifica y nos une; es el sello CAM.

Apuesto por el CAM-BIO. Apuesto por nosotros.