Cuántas vidas humanas -japonesas y americanas- habría costado la rendición del sanguinario régimen japonés en la 2ª Guerra Mundial de no haberse utilizado la bomba atómica habida cuenta de las fanáticas órdenes que la cúpula militar japonesa transmitió al ejército y a la población para que no se rindiera bajo ninguna circunstancia? No es fácil contestar a esa ucronía bélica. Además de advertir a Stalin que EE UU ya poseía ingenios atómicos (la guerra fría prendió cuando la mecha que había incendiado la 2ª Guerra Mundial se apagaba), tampoco debió ser fácil la decisión de Truman ordenando el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, aunque declarara más tarde que en circunstancias parecidas obraría de la misma forma. ¿Salvó realmente el bombardeo cientos de miles de vidas americanas y japonesas a costa de los más de 200.000 muertos que causaron? ¿Sólo fue inmoral recurrir a la bomba atómica, o fue menos inmoral el bombardeo "convencional" de Tokio que causó más de 100.000 víctimas? ¿O lo intrínsecamente inmoral fue recurrir a la guerra como hizo el régimen fascista de Japón que ya en 1937 asesinó a más de 200.000 chinos en Nankín, incluyendo violaciones y asesinatos de bebés lanzados al aire por los soldados para ensartarlos en sus bayonetas? ¿Guerra y muerte, pleonasmo conceptual? ¿Lo intrínsecamente inmoral es la guerra? ¿O sólo el mal? ¿Lo distinguimos del bien? Y tratándose de guerras, ¿estamos ante un dilema retórico, o afecta a nuestra esencia civilizada, cultural y superior como seres humanos? Piensen.

Durante la conferencia de Teherán de 1943 -seguimos en la 2ª Guerra Mundial-, Churchill se escandalizó cuando Stalin dijo que se debería fusilar a 50.000 oficiales del ejército alemán, a lo que Roosvelt bromeó con que la cifra quedara en 49.500. ¿Pensaba de verdad Stalin así? Seguro. ¿Pensaba de verdad Roosvelt así? No lo creo. ¿Se indignó realmente Churchill? Puede, pero en febrero de 1945, finalizando la guerra, aviones británicos y norteamericanos bombardearon durante varios días y con fósforo la bellísima ciudad de Dresde, cuna del barroco alemán, matando a más de 35.000 personas. El hecho fue calificado como crimen de guerra por Günter Grass, miembro de las Waffen-SS. Antes, en Hamburgo, los bombardeos causaron más de 40.000 víctimas. ¿Menos intrínsecamente inmoral, o sólo inmoral a secas? ¿Menos inmoral que la bomba atómica, o lo realmente inmoral fue el régimen nazi de Hitler? ¿Y el comunismo de Stalin? ¿Dilema moral, retórico, imposible e inútil? Piensen.

Viene este largo exordio a raíz de una pausada conversación habida con un pausado buen amigo en una pausada sobremesa de evocaciones toscanas y luz mediterránea en el restaurante Tapenot. ¿Nos merece alguna reflexión la muerte del terrorista Osama Bin Laden a manos de un comando USA? ¿Había otras opciones? ¿Cuáles? ¿Fue inmoral, o un asesino de masas como él, responsable de decenas de miles de muertes, incluidas mujeres, niños, musulmanes, católicos, judíosÉ no merece un debate de nobles principios y elevados valores? ¿O quizá por ello sí? Llamazares habla de "terrorismo de Estado" y "ejecución extrajudicial" al tiempo que reprocha a Zapatero sus contradicciones al respecto. Por eso pide la retirada inmediata de Afganistán. Pero, ¿no era esa la guerra justa y legal por excelencia frente a la guerra injusta e ilegal por excelencia de Irak? ¿Guerra justa, dilemas morales, bien y mal? ¿Atajos buenos y sendas malas? ¿Cuba, China, comunismo, derechos humanos y silencios progres? ¿Algún dilema? ¿Ninguno? ¿En qué contradicción se encuentra Zapatero, su Gobierno y el PSOE? ¿También el PP? ¿Menos, más? Piensen.

Si en vez de matar a Bin Laden lo hubieran trasladado a EE UU, ¿se hablaría de secuestro de Estado? ¿Cuántos años habría durado su juicio? ¿Cuánta propaganda le habría reportado? ¿Cuántos occidentales habrían sido secuestrados por los terroristas de Al Qaeda para canjearlos por su líder? ¿Cuántos habrían sido asesinados mientras durara el proceso? Cuando los atentados del 11-S, con más de 3.000 muertos, muchos países islámicos celebraron públicamente la masacre, sobre todo en Palestina. ¿Se alzó alguna voz moral en la izquierda occidental contra esa aberración? ¿No se deslizaba veladamente que la situación de los palestinos y el mundo árabe consentida por USA podía explicar la rabia y las ansias de venganza? ¿Unas muertes conducen al dilema y otras no? ¿No ajusticiaron extrajudicialmente los partisanos comunistas a Mussolini, Clara Pettaci y otros jerarcas fascistas ultrajando públicamente sus cuerpos al exhibirlos colgados boca abajo en una gasolinera de Milán? ¿Había otras opciones? ¿Un dilema sin dilema? ¿Son más seguras las aguas somalíes tras saberse la "verdad judicial" de que el Gobierno español pagó el rescate del Alakrana aunque el Gobierno español niegue la verdad judicial? ¿No era la verdad judicial la última y única verdad de los atentados del 11-M? ¿Un dilema sí y otro no? Piensen. Mientras lo hacen, a mí me están sirviendo una copa de cava con evocaciones toscanas y luz mediterránea en una pausada conversación en el restaurante Tapenot. ¡Salud!