Quien más y quien menos le tiene ganas. Y resulta tentador, muy tentador pasarle la factura en estas elecciones municipales y autonómicas. Me estoy refiriendo, como muy bien pueden suponer a José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente del Gobierno con el que casi todos los españoles tenemos alguna cuenta que saldar porque casi todos tenemos algún familiar más o menos cercano afectado por esa lacra del paro. ¿Y qué hay más importante que las lentejas cuando no se tienen? Pero me niego a jugar a ese juego porque es como si alguien estuviera usurpándome la posibilidad de decidir sobre el primer plato y me atosigara preguntándome sobre si quiero carne o pescado cuando yo lo que quiero es pensarme si me pido ensalada, entremeses o algo de marisco. Claro que es importante el segundo plato, pero ¿le resta importancia al primero cuando estamos hablando de alimentarnos bien? Yo creo que no y por eso, el 22-M quiero decidir sobre si el alcalde de mi municipio lo ha hecho bien o mal estos cuatro últimos años, sobre si la alternativa que me presentan me convence o no, sobre si mi presidente de comunidad autónoma ha puesto algo de su parte en la legislatura que ahora acaba, ya que tiene un abanico amplio de competencias, para hacer más soportable esta crisis que a todos nos afecta, sobre la gestión que ha hecho mi gobierno autonómico del dinero que a través de mis impuestos ha dispuesto para mejorar los servicios públicos. En definitiva, sobre si antes de pasar a la dorada o el solomillo me gusta más este o aquel entrante. Y eso, digo yo, también está en la carta y cuenta a la hora de valorar el restaurante.