En Seis personajes en busca de autor se interrumpe un ensayo. En esta libre adaptación del texto de Pirandello se intercepta la representación de la actriz Miriam Montilla y del actor Cristóbal Suárez. Los dos adaptadores, Miguel del Arco y Aitor Tejada, asumieron la genial pirueta del escritor italiano y de ahí salió La función por hacer con su teatro en el teatro. De entrada, el ser y sus apariencias salen a colación al principio. A través de un cuadro. Cómo te ven los demás, cómo se ve uno o cómo es uno en realidad. Es decir, diferentes formas de ver una misma cosa. Unos personajes, posteriormente, reclaman su derecho a vivir. Y es que todos tenemos la obligación de representar un papel de forma ineludible. Pero también sentimos la necesidad de romper cadenas, de salirse del estricto guión y de huir de ciertas imposiciones. Las circunstancias presionan, pero siempre hay alguna culpa en cada uno de nosotros. Estas reflexiones nutren la obra. El teatro forma parte de la vida misma y así lo demuestran, además, Israel Elejalde, Bárbara Lennie, Manuela Paso y Raúl Prieto, un solvente grupo al que no le falta motivación. Por eso ha llegado hasta aquí con nueve candidaturas en los Premios Max. Texto, actores y público, un triángulo de fuerzas y una minuciosa dirección de Miguel del Arco que resuelve muy bien el difícil ejercicio que escenifican los intérpretes. La cercanía es esencial. Saben envolver a los espectadores y éstos responden calurosamente. Algunos toman asiento en el escenario, un recurso idóneo para cubrir todo el ámbito espacial. El comediante acoge un papel u otro. El que está encadenado a una historia concreta es el personaje. Eso sí, el universo teatral es un espejo de la vida y en él se reflejan las particularidades de las personas. Es la idea calderoniana de El gran teatro del mundo, donde los seres humanos representan sus respectivos papeles. La tragedia de la incomunicación y el conflicto entre lo que uno cree que es y la máscara que los otros le colocan. Una modernidad escénica que el gran Pirandello gestó en 1921. Teatro alternativo y de riesgo, en suma.