Esperando a Godot" es una obra teatral de Samuel Beckett donde nos asusta una espera indefinida. Se trata de unas gentes que aguardan la llegada de Godot y mal haya tener que sufrir la amargura del silencio. Digo esto porque había empezado a escribir un artículo sobre la tardanza de la Fundación Metrópoli en la redacción del primer documento de aproximación a la Ordenación Territorial de Elche cuando -¡gozosas albricias!- apareció Alfonso Vergara. Y nos trajo un amplio elenco de soluciones para la distribución espacial de aquellas actividades necesarias en la redacción de nuestro Plan General. Convendría comenzar diciendo que para redactar un Plan General se necesita hoy día elaborar un Modelo Territorial, el cual debe ser consensuado luego con el Consell. Precisamos entender que la Ordenación Territorial figura como materia compartida entre dos administraciones: La Autonómica y la Municipal. Por tanto, el análisis territorial será asunto previo a la redacción del Plan General y exige el acuerdo entre la Conselleria de Urbanismo y Medio Ambiente con el Ayuntamiento de la ciudad. Así que me llama la atención que no se hiciera referencia, en la presentación del documento de la Fundación Metrópoli, sobre dicha obligada aplicación; y sobre todo el ajustarse a la recién aprobada "Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana". Ya que vale recordar que lo no contenido o contravenga a la Estrategia de la Comunidad, o lo que no se adapte al PATEMAE (plan de acción territorial del área metropolitana Elche-Alicante) o cuanto atañe a otro plan territorial que afecte a Elche, nunca será aprobado.

Por otra parte el modelo territorial debe caracterizar también un modelo de crecimiento de la ciudad. Y en Elche no se ha mejorado mucho en cuanto a posibles modelos que den forma a nuestra urbe. En efecto, el primer modelo de crecimiento de Elche era el radio-concéntrico. Dicho modelo hacía previsiones para encerrar la ciudad en una circunvalación y esperar a que se llenase el área que se había definido. Corresponde dicho modelo al primer Plan General de Elche realizado allá por los años 60 y concebido por los técnicos municipales bajo técnicas urbanas que se correspondían todavía con el Estatuto Municipal del 24, antes que con la nueva Ley de Suelo recién aprobada.

Y puestos en esta fase, llega a Elche en los años 70 un gran urbanista, hoy fallecido, Javier García Bellido quien impuso la creación de un Plan General con crecimiento direccional, primando como dirección el eje Alicante-Murcia. (Línea que se estimaba como eje privilegiado en el futuro IV Plan de Desarrollo que no llego nunca a realizarse). Recuerdo que fue ésta la época dorada de la planificación, donde llegó a crearse hasta un Ministerio que apenas llegó a ejercer. La entrada de la democracia supuso otros derroteros para la ordenación territorial ya que fragmentada en autonomías tardaría en concretar soluciones. (Y es un hecho que por fin se haya aprobado el plan de Ordenación Territorial de la Comunidad unos treinta años después de tener competencias en la materia).

Volviendo al caso que nos ocupa el nuevo modelo territorial presentado por la Fundación Metrópoli representa un refuerzo dentro del esquema de crecimiento direccional pero marcando, eso sí, límites claros. Recordemos que la propuesta de G. Bellido era un eje casi infinito. Recordaba aquellos modelos de Ciudad Lineal que preconizaban la unión de ciudades a través de cierto desarrollo en línea. De Cádiz a San Petersburgo dijo orgulloso Arturo Soria; de Alicante a Murcia dijo con menos pretensiones G. Bellido. Y para situar en el espacio el comienzo y el final de esta ciudad lineal se utiliza la existencia de grandes infraestructuras del transporte tales como la estación del AVE y el nuevo aeropuerto. En definitiva la cuestión lleva a reducir espacialmente un esquema infinito por otro con comienzo y final, compartiendo así con Arturo Soria la pasión por las comunicaciones como vertebración de la ciudad.

Y el otro gran eje que nos propone Metrópoli se corresponde a la manera etrusca de crear ciudades, o sea el Cardus Maximus. Se trata de un gran eje verde que resiga el recorrido del Vinalopó. Tampoco ello resulta original. La creación de ese gran corredor verde que vaya uniendo espacios naturales de gran calado -tales como las lagunas del hondo al sur y el pantano al norte- ya se han recogido en algunos documentos.

En esta línea el nuevo Plan da importancia e este eje verde como bocanada de respiro que lo sitúa en primer plano de ordenación. Este es el resumen del ideario para el Plan General en una primera aproximación estructurada en el cruce de dos ejes: el correspondiente al desarrollo urbano siguiendo la antigua Vía Augusta y el dedicado a la naturaleza siguiendo la ribera del Vinalopó. Otro día palparemos la carne de ese cuerpo nuevo que toma el futuro Elche.