A Mónica Lorente se la está conociendo en esta precampaña por su habilidad para no meterse en ninguno de los charcos por los que ha caminado su partido durante esta legislatura. Tanto es así, que incluso acude a las pedanías oriolanas vendiendo que cuando ella gobierne empezará a solucionar los problemas que no ha sabido resolver el actual equipo municipal. Debe ser que tiene poca memoria y no recuerda que ha sido y es parte del grupo municipal del PP. A lo mejor su larga lucha para apartar a Medina de la Alcaldía la ha afectado tanto que ahora se cree que está en la oposición, como su inesperado «escudero» García Ortuño , que ve en la edil, por lo que parece, a una fenomenal futura alcaldesa. No sé, de este hombre hay que esperar cualquier cosa, aunque parece claro que su enemigo es el PSOE, ya que no sobrevivió a la purga que realizó Plá con los socialistas de Orihuela.

Habrá que esperar a que la candidata del PP empiece a enumerar proyectos y a comprobar su pericia como número uno de una lista tardía y seguro que llena de compromisos. Porque las cosas no se consiguen sólo por tu cara bonita, siempre se pagan peajes. Sin duda ha demostrado sus dotes para trabajar en la trastienda de la política, ahora le queda la primera línea, que seguro sacará adelante y a lo mejor el peaje merecía la pena.