Eduardo Dolón Sánchez, como ya es público desde la noche del jueves último, ha sido designado como candidato del Partido Popular a la Alcaldía de Torrevieja por el primer edil Pedro Ángel Hernández Mateo quien, fiel a su genio y figura, convocó de la noche a la mañana a su incondicional y leal comité para refrendar por unanimidad esta nominación, fruto de su determinación personal, como no ha podido ser de otra forma durante el dilatado mandato del primer edil, el cual, también por sorpresa, ha anunciado que deja la presidencia del PP local.

No recuerdo si fue hace cuatro o cinco años, durante un viaje de la Peña del Barça, al mando de Inocencio Martínez (Ino) por la saladas y luminosas tierras de Cádiz, donde contamos con un guía excepcional, el torrevejense Juan Celdrán, durante muchos años afincando por aquellos lares, felicité a Eduardo Dolón Esteve, padre de la "criatura" augurándole el acceso de su hijo a la Alcaldía, matizándole que mi valoración podría confirmarse en unos cuantos meses o, a lo sumo, en unos años. El hombre agradeció el vaticinio.

Creía entonces que Hernández Mateo, tras volver a ganar las elecciones, volaría hasta Valencia dejando a su delfín el sillón de mando, como lo hizo Alperi en Alicante. Me equivoqué, porque Hernández Mateo quería seguir por amor propio a quien le llevó al juzgado y pasaron los primeros meses de mandato municipal sin cumplirse mi profecía. A partir de entonces y hasta ahora, el navegar de Eduardo Dolón a bordo del barco del gobierno municipal, al mando del mismo patrón, con la misma mano de hierro, ha sido disciplinado y discreto. Al coincidir este último mandato municipal con el "aterrizaje" de los llamados "licenciados", siempre vistos con recelo por Hernández hasta su última etapa, el nuevo alcaldable por el PP pasó a ser uno más entre los oficiales del puente de mando para suceder al capitán. Pero mira por donde, al volver la vista lo que predije entonces se ha cumplido ahora, cuando, a decir verdad, no lo esperaba; sobre todo, por la prudencia del candidato, poco amigo a dar tarascadas políticas. También pudiera ser una estrategia bien diseñada por el patrón terrenal de este pueblo sin cuyo permiso no se mueven ni las hojas de las palmeras. (Por cierto que a estas alturas siguen sin podar).

La nueva singladura. ardua van a resultar las primeras millas de la nueva travesía para Eduardo Dolón y su tripulación, en el caso de acceder a la Alcaldía. La gestión del "post-pedrismo" no se inicia precisamente en tiempos de bonanza para ningún político en la Corporación. Toca gestionar una situación económica donde tan sólo quedan como ingresos fijos poco más de los 35 millones de euros del IBI, cuando los próximos presupuestos municipales sobrepasarán los 90 millones de euros y habrá que ver también si la alargada sombra del "gato vigilante" deja a los ratones moverse a su aire por cubierta.

A todo esto uno tenía ya enjaretada su columna semanal para escribir sobre los amaneceres rojos de la "vaca sollá " en la playa de Los Locos, viendo venir los pesqueros por levante, rumbo a puerto, y al despuntar el sol y los más rojos todavía atardeceres con su profusión de "amolaoras" anunciando días ventosos . Pero lo ya dicho en otras ocasiones: Siguen soplando malos vientos para la lírica.