Que de cada diez explotaciones de cítricos existan cuatro de menos de una hectárea significa claramente que los productores valencianos se fían de su trabajo y corren el riesgo de mantenerse pese a lo que se dice respecto de si ganan o siempre pierden. Además, les gusta producir cítricos en su tierra. Quizá cuando sepamos los que han dejado de producir nos enteremos de algo más que redundará en beneficio de la actividad. Porque es algo que se puede ver de manera muy diferente. Como base tenemos que también Florida abandona cultivos. Y no creemos que sea debido a que pierden dinero, sino a otros problemas como la proliferación de plagas. Mientras tanto, Andalucía que con la producción de aceite ha llegado al máximo, creemos que es posible que abandone ciertos planes de aumento de producción de aceitunas para aumentar más aún la de naranjas. En otro orden de cosas, la decisión de los Estados Unidos de no querer reconocer las patentes de las buenas mandarinas tardías valencianas va por el camino de relegar a España a la categoría de las mandarinas/clementinas y no comprarle más cantidad. La reducción de la superficie citrícola de Florida del 40% entre 2009 y 20008 ha hecho caer la producción. Todo descansa en que las nuevas variedades que van apareciendo tengan una mayor calidad o no. Y también de que el zumo de mandarina/clementina alcance distribución por su calidad. Hay que pensar en todo lo que aquí se ha desechado como cítricos que no tenían valor. Los cambios han sido necesarios y beneficiosos para el campo. Hemos visto perder a determinados países sus producciones y esto no ha ocurrido en nuestro país, sino que mantiene su producción en alza. Y ello se debe tanto a los citricultores como a los investigadores con que cuenta la actividad y a su exposición. Entre pocos países clientes acumulan mayoría de las clementinas salidas. Es el caso de Estados Unidos, con 5.720 toneladas; Suiza, con 4.068 y Noruega, con 1.229. Y ello pese al nuevo problema que se ha planteado con la subida del coste de las variedades que tenemos. Esto hace años influía poco porque los salarios eran bajos. Ahora es natural que cada parte quiera reducir costes.