Es viable el modelo de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en un entorno de crisis económica y financiera como la actual? La pregunta ya ha sido respondida por el Foro de Expertos en las XII y XIII Jornadas Corresponsables celebradas en Madrid y Barcelona este año: "La RSE será capital para la recuperación económica". El objetivo de este artículo es facilitar los argumentos para hacer buena esta afirmación.

El modelo de RSE se articula en dos niveles, que permiten desarrollar el potencial de las empresas para generar espacios de oportunidad. El primer nivel está relacionado con su objeto propio, es hacer lo que le conviene pero teniendo en cuenta la triple contabilidad (económica, social y ambiental). Un ejemplo: Danone ha creado un proyecto con valor para la salud. Consiste en añadir lino al pienso de las vacas. Así, consigue aumentar la producción media de leche un 10%, reduce su precio al aumentar la productividad, tiene menos grasa y es rica en ácido graso omega3, mejora la fertilidad de las vacas y potencia su sistema inmunológico. También tiene valor medioambiental, ya que las cosechas de lino necesitan menos agua y pesticidas, y las vacas producen un 20% menos de metano. No hay nada en este proyecto que no convenga en primer lugar a la empresa (rebajar costes, productos de alto valor para el cliente, mejorar su imagen y reputaciónÉ). Todas, ventajas con las que forjar el éxito presente y apalancar la empresa en el largo plazo.

La lista de empresas con enfoque de RSE es larga: Michelin ha creado el neumático Energy Saver, que emite a la atmósfera 4 gramos menos de CO2 por kilómetro; Indra ha creado el proyecto Ykonos, de digitalización de imagen para diagnóstico que permite ver los informes en pantalla con ahorro del 90% de productos de alto impacto ambiental. La lista es larga de las empresas que con diferentes estilos y profundidad han adoptado este modelo de gestión (L´Oreal, Henkel, Ikea, Agbar, DKV, Nokia, MRW, MapfreÉ). Tal vez el lector piense, con estos ejemplos, que esto de la RSE es cosa de las grandes empresas y que las Pymes "no se pueden permitir este lujo". Para estos lectores, les recomiendo que visiten la web www.javierre.es, de una empresa familiar, tres socios más cinco empleados, que hace RSE de primer nivel y es referencia a nivel nacional reconocida con numerosos premios. Hay formas más modestas de ejercer la RS pero igualmente efectivas: ofrecer productos de comercio justo y agricultura ecológica, empleo para jóvenes y mayores de 45 años, conciliaciónÉ

El segundo nivel de RSE, es la filantropía que ha sido ejercida desde antiguo por muchas organizaciones. Consiste en realizar aportaciones económicas, en productos, cesión de material, etcétera, para acciones que no tienen que ver directamente con su objeto propio. Numerosas empresas tienen un compromiso sostenido en el tiempo y lo ejercen a través de proyectos propios o en colaboración con ONGs. Los campos son variados: cultural, social, asistencial, ambiental, deportivoÉ De estos recursos se alimentan multitud de proyectos que gestionan las ONGs, dentro y fuera del territorio nacional, y que sirven para llevar esperanza y una oportunidad real a personas en situación de vulnerabilidad que necesitan y esperan la solidaridad de los que más tienen, para crear su propio espacio de desarrollo largamente negado.

Los dos niveles de RSE son necesarios y deseables. El primero aporta disciplina a los procesos internos para la mejora continua, produciendo beneficios económicos y ambientales, y mejora el posicionamiento de las empresas, pues la RSE ha mostrado gran capacidad de atracción para los consumidores: el 60% de ciudadanos piensa que la RS debería ser totalmente prioritaria para las empresas (Informe Fonética, 2008). El segundo nivel mejora la conciencia ética, el compromiso y la identificación de los empleados con los valores organizacionales; incrementa la productividad del personal y es un factor de atracción del talento que permite retener al personal de calidad. Los dos niveles ayudan a desarrollar un marco de respeto, equidad, transparencia y sostenibilidad en las organizaciones. La gestión responsable crea un marco interno y externo en el que es más fácil triunfar.

Esta exposición no estaría completa sin hacer referencia a las dificultades potenciales en la implantación del modelo de RSE. Las causas: concepto erróneo del alcance y límite del modelo, falta de planteamiento estratégico en la gestión, confusión entre medios y fines, necesidad de adecuación de la cultura organizacional, falta de compromiso de la dirección, visión cortoplacista, necesidad de un aprendizaje diferenciado, etcétera.

La RSE es un modelo de gestión estratégica íntimamente relacionada con la innovación para la sostenibilidad económica-social-ambiental. Hay empresas que han entendido esto con claridad y llevan una parte del camino realizado. Hay otras que ni siquiera se lo plantean porque piensan que esto no va con ellas. A las primeras hay que felicitarlas por su compromiso y por hacer lo necesario para labrarse un futuro en un mundo cada vez más complejo e incierto. A las otras, las animamos a que se planteen seriamente los beneficios que tiene este modelo para sí mismas y para la sociedad, pues estamos convencidos de que así ganamos todos. Seguro.