Un reciente estudio realizado por la Universidad de Beloit, en Wisconsin, revela que los jóvenes que se graduarán en las universidades estadounidenses en el año 2014 creen que Beethoven es un perro (por la película) y Miguel Ángel un virus informático. Sin embargo, esos mismos alumnos, que están a punto de ingresar en los centros universitarios de Estados Unidos, usan su móvil como reloj y consideran que el correo electrónico es "demasiado lento". Así están las cosas por aquéllos lares. Por aquí, hace poco una conocida actriz declaraba su preocupación al escuchar la contestación que le dio una de sus nietas a la pregunta sobre quien era Ortega y Gasset. "Una calle de Madrid", respondió la adolescente para desasosiego de su abuela. Luis Landero, premio nacional de Literatura y de la crítica y profesor durante muchos años en un instituto de Madrid, recoge el siguiente comentario en su libro "El Cuento de la vida": "La realidad es que un alumno medio de bachillerato lee silabeando y a trompicones, tiene dificultades casi insalvables para entender el editorial de un periódico, escribe con oraciones simples donde apenas aparecen otros verbos que ser y estar, su bagaje léxico es de supervivencia, quiere explicar algo y no le alcanzan las palabras. Pero, eso sí, cuando salga a la calle, o cuando llegue a su casa, los hechiceros de la cultura de masas en complicidad con la mayoría de los ciudadanos, le tendrán preparado el desquite por medio de algún espectáculo con el que hace tiempo no consigue conectar la cultura escolar. Lo que la escuela enseña, el mal gusto social lo niega y escarnece". Tremenda y preocupante reflexión con la que les dejo en vísperas de la vuelta a las aulas con el inicio del curso.