Por fin este campeonato empieza a dejar un buen sabor de boca, ya están las gradas con un aspecto impresionante, las figuras españolas en liza y esta vez no están decepcionando, hasta la lluvia nos respetó. Marta inició la recolecta de medallas y se colgó una Plata; que todos esperaban que fuese de oro; aunque en realidad, no hubiese sido justo que la rusa Zarudneva; tirando toda la carrera, la hubiese perdido en los últimos 50 m. Maite Martínez cumplió con su 7º puesto en la final de 800 m.l., como el "joven" de 41 años Jesús A. Gª Bragado lo hacía por la mañana con su 5º en los 50 km. Marcha, y la apoteosis llegó en los 1500 m.l. con el oro de Casado, el bronce de Olmedo y el excelente cuarto puesto de un Reyes incombustible.

Pero para mí, cómo no, lo más importante estuvo en el grupo B de calificación de Longitud, en el que Eusebio Cáceres, un muchacho de Onil, de sólo 18 años, recién aterrizado de Moncton (Canadá) con su medalla de subcampeón mundial júnior, demostraba lo que es la clase, un tobillo prodigioso y una capacidad de competición como muy pocas veces se ha visto en un estadio. En su tercer intento se metía en la final por la puerta grande, con nada menos que 8'27 m., récord de España júnior, record de Europa junior, 1º del ranking Europeo absoluto y tercera marca mundial júnior de todos los tiempos. El jet lag no pudo con él. Y mañana, la gran cita con la final. Haga lo que haga, Eusebio y su entrenador Jose A. Ureña, hoy ya rozan el cieloÉ Mañana, másÉ