Prometo no volver a hablar de trenes en una temporada, pero hoy debo hacerlo. Verán. En la actualidad, y desde hace años, el trayecto entre La Encina, que está en el término municipal de Villena, y por tanto pertenece a la provincia de Alicante, y Aranjuez, ya dentro de la Comunidad de Madrid, se realiza en dos horas. Repito por si el párrafo ha quedado largo y confuso: en Altarias, Alvias y Talgos, un día como hoy, sin alta velocidad, los maquinistas nos llevan desde La Encina hasta Aranjuez en dos horas, gracias a la velocidad permitida de 158 kilómetros hora.

El problema viene en después, en ese cuello de botella que son las inmediaciones de Madrid. Si los semáforos son desfavorables, la llegada a Atocha se puede eternizar. Y antes, en la salida de nuestra provincia, que por tener una vía única también está sometida a numerosos parones para que los trenes se crucen, llegado el caso, en estaciones que están en desuso.

Con todo y con eso, el trayecto de Alicante a Atocha está en las tres horas y media. Yo no tendría nada en contra del AVE si no fuese por las tarifas, que duplicarán las de grandes líneas. Ahora vamos a Madrid por 41 euros. Con el AVE no lo haremos por menos del doble.

Y digo yo, por qué vamos a tener que pagar tanto por los desplazamientos a partir de 2013, sí o sí, puesto que a partir de esa fecha desaparecen las grandes líneas y con ellas las tarifas actuales. El AVE no era necesario. Desdoblar las vías de La Encina a Alicante y de Alicante a Murcia, sí. Las cosas se han hecho muy mal. Y vamos a pagarlo, en ventanilla o por Internet, los de siempre.