Tres años de oposición no son ni muchos ni pocos, pero sí los suficientes para hacer un alto en el camino y evaluar, en clave política, los resultados obtenidos por el Grupo Popular en beneficio del interés general de la ciudad y de los ilicitanos. Por desgracia, debo advertirles que el resultado es bastante magro.

La labor de la oposición es imprescindible en el funcionamiento democrático. Forma parte de la actividad política, está recogida en nuestras leyes, y está llamada a realizar dos funciones concretas: controlar al equipo de Gobierno y plantear propuestas alternativas.

En lo referente al control del gobierno local, los representantes del Partido Popular han confundido los términos: Donde dice control, ellos entienden desprestigio. Sólo crítica. Crítica destructiva. La negación por la negación. Votan afirmativamente en las comisiones informativas y después votan no en los plenos. Reciben toda la información pero lo niegan por sistema. No les interesa controlar, les interesa desprestigiar a los gobernantes y aún peor, deteriorar la confianza en las instituciones. Por cierto, una reciente encuesta califica al Ayuntamiento de Elche como uno de los más transparentes de España y el primero de la Comunidad Valenciana. Uno de los factores que han determinado esta buena calificación lo determina el hecho de que el equipo de Gobierno ha invitado a la oposición a integrarse en la Mesa de Contratación. Pero todo esto les da igual. Cuanto peor pinten el panorama, mejor para ellos. O eso creen. Hablando de trasparencia. Si no tienen nada que ocultar ¿Por qué no hacen públicos sus bienes? Su portavoz se lo exigió al equipo de Gobierno. ¿Por qué no hacen ellos lo que exigen a los demás? Menudo cinismo.

En cuanto a la presentación de alternativas el PP suspende por goleada. ¿No pretendieron hacernos creer que la portavoz es un alto cargo del PP valenciano? ¿No dijeron que usaría su influencia en Valencia y en el Gobierno de Camps en beneficio de los ciudadanos y ciudadanas de Elche? ¿Y que es lo que ha hecho?... Nada. Las dotaciones educativas están peor que nunca (y eso que parecía difícil) ¿Qué ha hecho Mercedes Alonso? ¿Se ha plantado en Valencia y ha exigido a su jefe Camps que mejore las condiciones de los niños ilicitanos que no tienen ni aulas ni calefacción? Nada. Varias asociaciones que se dedican al cuidado de los dependientes de distintas edades y situaciones, llevan meses sin cobrar las subvenciones que les adeuda la Generalitat ¿Ha hecho algo por ellos la portavoz del grupo municipal del PP, durante estos tres años en los que supuestamente pesa tanto en la cúpula del PP? Nada. Y lo mismo pasa con las ayudas a El Hondo, o al Patronato del Misteri. Mucho prometer, mucho apoyo de palabra, mucho convenio, mucha foto, pero a la hora de la verdad, lo de siempreÉmás de lo mismo, es decir nada de nada. Además, la portavoz del PP, haciendo gala de su escasa cultura democrática, durante estos tres años ha argumentado repetidas veces (con cierta ansiedad, por cierto) que ya les toca "coger" el Ayuntamiento. Como si se tratara de un juego (tal vez para ella lo sea). El subconsciente le traiciona. ¿Será por la presión de los grupos especulativos que le dan soporte?

Es cierto que no sabemos cómo lo haría si fuera ella la que gobernara. Nadie lo sabe. Ni en su propio partido. Durante su prolongada etapa como cargo público, el PP no ha celebrado ni una sola asamblea. Pero una cosa sí sabemos: no es capaz de organizar ni su propia casa. No ha sido capaz de presentar una alternativa. No es capaz de presentar un programa. No es capaz de nada.

Frente a esta ineficacia, nuestro partido reafirma su compromiso socialista con la ciudad. Y como aval, los cuatro alcaldes de la democracia que presentaron su programa, su contrato con todos los ciudadanos, con los que nos apoyaron y con los que no lo hicieron, y que trabajaron entonces y trabajan hoy sin descanso para cumplirlo. No sabemos gobernar de otra manera: comprometidos con los ciudadanos. Un largo periodo de estabilidad y progreso. Tras unas personas vinieron otras, adaptándonos al cambio, cambiando con Elche, pero manteniendo firme siempre el espíritu de compromiso. Poniendo todo el empeño en el único objetivo: hacer de Elche una ciudad con calidad de vida, sostenible, ordenada. Con futuro. La ciudad de la que todos estamos orgullosos.

Alguien quiere echarlo todo por la borda. ¿Habrá quien quiera abrir la puerta a los que especulan con el territorio en beneficio propio? Si es así, seguro que sabes quién es. ¿Su nombre? Mercedes Alonso.