En todas las guerras del mundo, los prisioneros de los campos de concentración que esperan la muerte, siempre repiten una frase: -Un minuto de vida es vida-".

Sucedió en Alicante. Él había envejecido en poco tiempo toda una vida. Sus piernas que antaño montaban caballos, ya no eran como antes. Su cuerpo recto ahora se había encorvado. Su pelo se había teñido de blancoÉ

Su mujer le observaba preocupada pero, lo peor, estaba por llegar.

Ella un día, como cada mañana, le besó al despertar pero su gesto fue frío.

Se levantó y se perdió en la habitación. Después la llamó llorando desde el pasillo, buscaba el camino hacia el salón.

A partir de ese momento empezó a olvidar la vida.

El médico fue claro. Diagnóstico: Alzheimer.

Y la vida anocheció para ellos.

Al principio intentaron que viviera en el piso, como siempre, pero no fue posible.

Y un día le ingresaron en un centro especializado y él se escondió en sí mismo.

No volvió a salir jamás. Se encerró en su mente y levantó cuatro paredes invisibles a su alrededorÉ

"Dijo la madre Teresa de Calcuta: Puede que todo lo que haya hecho en mi vida no sea sino una gota en el océano pero me gusta pensar que si no lo hubiera hecho, al océano le faltaría una gota".

Cada semana acuden al centro. Son voluntarios que acompañados con perros de asistencia en esta enfermedad, ayudan a los pacientes.

Ellos llegan y dejan que sus animales hagan el resto.

Rodean a los enfermos, los envuelven en cariño, ladridos y lametazos.

Y ellos, los internos, con la mirada vacía alargan su mano al encuentroÉ

Todos lo hacen pero, quien nunca lo hizo fue él.

Ni siquiera la presencia de los animales conseguía sacarlo de su encierro.

Pero, un día Kali, una perra, como todos los perros, preciosa, se acercó hasta donde estaba. Él no le hizo caso. Pero la perra insistió, le olió, le lamió, le miróÉ Y entonces, como un susurro, como un eco lejano, los enfermeros oyeron por primera vez su voz:

-Kali, Kali, KaliÉ- Y le acarició la cabeza.

Puede que fuera un solo instante, un solo momento en que de nuevo salió de él y volvió a vivirÉ Pero ese instante fue vida, una gota de vida en un océano de sufrimiento.