Usted tiene una casita modesta, más bien pequeña, nada que ver con las que enseñorean de la mano de la última moda de pavonearse los ricachones en programas como Quién vive ahí o las que sacan de soslayo Las mujeres ricas, ambos en La Sexta, usted vive en un tercero, o un quinto, pero eso no le impide convivir con tres hijos en edad de guerra, una iguana, y tres perracos gordacos y marranacos, palabrotas que enlazarían saltando como tontacos los de Florentino Fernández, que han pasado el límite y no hacen caso ni de su propio enunciado, Tonterías las justas. Usted tiene un pisito apañado, pero ni de lejos es la casa de Cristiano Ronaldo, y aún así usted tiene en casa 10 serpientes como la madre que las parió, 10 serpientes de las que te aprietan el pescuezo y te dejan más tieso que este país después de ver a sus políticos con el traje de pitbull.

Más. Usted deja las constrictor en el saloncito, sobre el sofá, y hasta invita a sus vecinas a tomar café, y cuando la boa se sube a la mesa y repta sobre las tazas, ay, qué ricura, le ríe la gracia porque su conciencia no le permite tener en casa una boa traumatizada. Si usted forma parte de ese grupo, se salva. Hay quien mantiene 1000 animales, un Noé de campo con chimpancés, tigres, leones, águilas, mini monos, lo que pida. Y hay quien se dedica a ordeñar serpientes letales cuyo veneno vende al CSIC, y convierte su casa en un fortín de ponzoña. Usted vive, según el último Comando Actualidad de La 1, en una casa de fieras. En la siguiente entrega de CA, el reportero siguió a los tres macarrillas de Fondo flamenco, que vuelve locas a las adolescentes con sus terribles coplas. Algún día, en el Museo de la Evolución Humana, entenderemos el coco de esta sociedad.