Esto no es una proclama de las fiestas de Torremendo no, no es eso, es el sentimiento unánime de sus ciudadanos, que a pesar de que no se les haya hecho mucho caso desde Orihuela, están celebrando, lo que ellos entienden por el principio de justicia que llevan demandando muchos años. Aunque la fiesta es todavía incompleta, ellos celebran que no siendo la solución definitiva, es lo más parecido a lo que llevan reivindicando tantos años, o sea, que no tienen por qué ser el basurero de la provincia, si no quieren serlo, y que la ley les debe amparar, por encima de todos los poderes que se quieran confabular para conseguirlo. Ellos, los ciudadanos de Torremendo, han demostrado tener, lo que le reconocen al Fiscal Anticorrupción señor Briones en esa pancarta instalada en el centro del pueblo y además, de tenerlos bien puestos, eso es evidente. La diferencia es que el fiscal lo hace cumpliendo con su obligación y el pueblo, por la indefensión en la que se está viendo abocado, por la inoperancia y abandono de aquellos que les prometieron todo, no cumplieron nada, a pesar de haberles dado sus votos incondicionalmente. Esta incongruencia, se debe a que las buenas gentes de esta pedanía oriolana, siguen creyendo en sus autoridades, como lo hacían antiguamente en que los terratenientes propietarios y dueños de vidas y haciendas regalaban a sus aparceros un par de botijos, o permiso para que construyeran un horno para el pan, sin darse cuenta estos aparceros, que se habían llevado el agua de sus aljibes y el trigo de sus cosechas. Es un fenómeno lamentable, que después de haber otorgado el permiso municipal para hacer el primer vertedero, aún les dieron las gracias con sus votos, después tampoco les han respetado con el plan zonal, localizándose otra vez en sus tierras, y así, habrá que esperar a que en las próximas elecciones, cuando los que queden en los partidos políticos, vuelvan por Torremendo para pedirles el voto, la bondad de los habitantes de esta pedanía, les pongan la mesa, el mantel, las viandas y todo lo que les pidan, y después, se olviden de preguntarles:-¿Señoritos, los vertederos huelen, para que sirven?, a lo que estos responderán: -¡Cómo se conoce que no habéis estudiado, ahora los vertederos huelen a perfume francés y con sus abonos, vuestras higueras en vez de higos darán dulces piñas americanas, vuestras almendras, ya nacerán garrapiñadas, ya no tendréis que preocuparos de la leña para el invierno, pues el compost que fabrican los vertederos, hacen muy fuerte el fuego que éste produce, habrá mucho trabajo en el pueblo y se ganará muchísimo dinero! Llegado a este punto vecinos de Torremendo, deberíais preguntarle a quien esto sin duda os dirán: ¿Y para quien será ese muchísimo dinero?

Según lo que os respondan, ya podréis decidir vuestros votos, pero por favor, luego no os llaméis a engaño, ya está bien, que tontos no sois, sois humildes, olvidad al señorito, pensad como ciudadanos libres y responsables, decidid para el futuro de vuestros hijos y nietos, sin miedo ni servidumbre alguna. Entretanto que sigan las fiestas.