Supongo que alguna cadena tendrá que hacerlo, y este año, después de la exclusiva de Cuatro durante algunas temporadas, la carrera de los bichos la emite La 1, la cadena pública, coletilla que no se cansa de repetir, y bien que hace, Ana Pastor en Los desayunos, cerrados ahora por fin de temporada, y temprano, muy temprano, con los bártulos tecnológicos más punteros y un equipo humano apabullante, alrededor de cien criaturas, aparece la sonriente Pilar García en una especie de España directo matinal y monotemático. Viva San Fermín. Me callo lo que de natural me sale como coletilla para no ensuciar al santo, manchado ya con excremento de morlaco. Cada año es el mismo año, y en los tres minutos que dura el encierro apenas da tiempo para hacer virguerías con la locución, pisotones, rezagado, calle Estafeta, empitonado, heridas, contusiones, encierro limpio, encierro peligroso, voltereta, ya sabenÉ

No sé quién es capaz de levantarse antes de las siete de la mañana para ver el encierro pamplonica, del mismo modo que no entiendo que a estas alturas haya alguien, digo alguien y quiero decir una, dos, incluso cinco personas con su cerebro en condiciones, que se trague otra entrega, es decir, la misma entrega, sobre la encanallada vida del torero Jesulín de Ubrique, que Antena 3 volvió a perpetrar hace unos días, pero corro al contador de audiencias y me quedo turulato. Más del 54% de los espectadores que a esa hora veían televisión, veían los encierros de La 1. Flipo. Sobre lo de Jesulín no tengo datos, ni me importan, pero si fuera González Pons seguro que en Rubalcaba hallaría al culpable de todo, de la mucha audiencia de La 1 y de la nula de Antena 3.