Resulta curioso que con la cantidad de empresas de casas de apuestas que están funcionando hoy en día y con los sofisticados sistemas estadísticos basados en la técnica matemática un mero pulpo esté acertando uno tras otro todos los resultados que se están dando en el Mundial de Sudáfrica. Lo malo es que el pulpo solo sale a trabajar y a elegir el equipo ganador en los encuentros en los que juega Alemania. Y así, acertó la derrota ante Serbia y todas las victorias consecutivas de los alemanes hasta que llegó la semifinal con "La Roja". En ese estado el pulpo se pone a pensar durante media hora para acabar entrando en el depósito de España y comerse el mejillón, lo que quería decir que España ganaba. Pues no sé si el pulpo Paul sabe que lo que acaba de hacer es certificar que se va al paro, porque los alemanes ya no siguen jugando y salvo que lo arrendemos mediante un contrato de arrendamiento de servicios ya no se tomará más mejillones a costa de este invento de los alemanes que les manda para casa ahora.

España volvió a demostrar que sabe hacer bien este trabajo y que vuelve a llenar de ilusión a miles de españoles que siguen cantando eso de ¡soy español! Parece mentira lo sencillo que es unir a un país en una idea que, bajo un color como el rojo y una camiseta que se extiende por la calle como un reguero, sirve para que decenas de españoles y simpatizantes de "La Roja" que viven en nuestro país apoyen a muerte a nuestra selección. Y es que, siendo San Fermín no podíamos perder este partido en la vida viendo a Puyol como se lanza a rematar un balón, al estilo de Santillana, en un remate histórico que lo volveremos a ver cientos de veces en la TV, como el de Torres de hace dos años ante los alemanes y el de Zarra en los años 50.

Por último, visto lo visto podríamos coger al pulpo y probar a ver si acierta cuándo acaba esta crisis económica o la cantidad de preguntas que ahora nos hacemos en muchos sectores económicos. Pero la realidad es la que es y el pulpo ha acertado todo lo que se le ha puesto en sus manos. En fin, que sea dicho todo en tono de broma y respeto, obviamente, por el sentido con el que debemos enfocar estas cosas tan llanas, cercanas y que nos llenan a todos de una inmensa alegría que hace olvidar las penas con las que vive esta sociedad. Además, estoy convencido que el pulpo es gallegoÉporque para ser tan listoÉ¡debe ser español!