Una de mis pasiones es el urbanismo y no puedo pasar la ocasión para poner de manifiesto el estratégico error que se va a cometer en Benidorm por la falta de criterios y nivel adecuado para encontrar el modelo de ciudad que queremos y que necesitamos. Son al menos tres los proyectos que se van a ejecutar en esta ciudad que deben ser urgentemente replanteados: el hospital en el área de Terra Mítica y la zona residencial del parque, y el plan Armanello. Estos tres proyectos son ejemplos de dispersión urbanística de la ciudad que precisamente no contribuyen a reafirmar el modelo por el que se ha hecho diferente y en el que ha basado su éxito internacional: la ciudad compacta.

Ampliación. La concentración de servicios es rentable y todavía más en periodos de crisis como los que estamos atravesando por lo que no entiendo cómo continua en pie la duplicación de servicios sanitarios de mínimo nivel con el proyecto del nuevo hospital. Tiene mucho más sentido una ampliación y mejores especialidades del actual hospital comarcal que destinar territorio que debería estar reservado en exclusiva a la ampliación de oferta de ocio y deportiva para un hospital de limitado nivel. Y aunque Benidorm debe ser generosa con la comarca en la que está situada, no debe hacerlo sacrificando su escaso término municipal. El territorio de Benidorm debe quedar reservado al desarrollo futuro de la ciudad turística tal y como fue concebida en el original Plan General de Ordenación Urbana. Benidorm, por el contrario, muestra su generosidad siendo el motor de la actividad económica de la comarca, proporcionando empleos y negocios alrededor del propio fenómeno turístico. La ausencia de respeto al espíritu del Plan de Ordenación que diseñó Pedro Zaragoza, es lo que me lleva a reflexionar sobre la necesidad de establecer la "Constitución Urbanística" de Benidorm, que determine el modelo de ciudad que queremos y que elimine cualquier posibilidad de aventuras sin sentido y de difícil reparación.

Constitución urbanística. Esta "Constitución" debería ser redactada por un equipo heterodoxo de expertos que determine la necesidad de contar con una ciudad compacta que genera vida, diversión, uso intensivo y que siembra la semilla de lo que será su propio futuro. Una "Constitución" que permanezca en el tiempo y que represente el compromiso de la sociedad con el modelo intensivo de Benidorm. Una "Constitución" que establezca que más es más, que más densidad puede ser más futuro y más ciudad. Lo único que se consigue con un modelo de ciudad dispersa es que la ciudad deje de ser ciudad y el paisaje deje de ser paisaje. La ciudad dispersa es precisamente el modelo contra el que luchó el Plan General hasta que algunos se pusieron a chapuzear con proyectos sin sentido. Benidorm puede ser el modelo español de "E-Topía", una urbe económica, ecológica y sostenible que funcionaría de forma inteligente. Ese debe ser nuestro objetivo para el futuro. Si nadie lo remedia y si nadie pone los mejores cerebros a la planificación de la ciudad nos veremos abocados a la mediocridad y al modelo residencial que queremos evitar a toda costa.