Confiemos en que esta noche no haya otra cremà. Corrida -de toros, me refiero- o novillada, mejor dicho, sí que hay prevista. Los antitaurinos tienen sus mejores aliados en los mundiales y en los europeos. Al menos, en Alicante. El lunes, coincidiendo con la segunda aparición de la selección en Suráfrica, el coso puede que registrara la peor entrada de la historia de Hogueras. Esperemos que esta noche no tenga lugar una cremà indeseada aunque con una sola vuelta como la de esta pasada madrugada no tenemos, en el trance actual, ni para empezar. Es mucho lo que hay que quemar. Los programas de cotilleo no sólo no se apagan sino que cotizan al alza. Telecinco ha tenido que hacer regresar de sus vacaciones a Belén Esteban porque la audiencia se le iba al traste a pesar de la millonada que se ha dejado en seguir los pasos de la Roja que, por si las moscas, hoy será azul. Como contamos con medios que andan editorializando a favor de que el combinado dirigido por el caballero de la triste figura se la pegue para que entonces ya Zapatero no levante cabeza, éste habrá pensado que, con el terno de esta tarde, les costará más darle. A la que no le cuesta nada pegarle a Mercedes Milá y a quien se ponga por delante es a la ex de Jesulín. No hay más que ver a una dama alicantina, culta y seria, confesar que está rendida a sus pies y proclamar lo lista que es la canalla. Hablando de canallesca, el presi de la Asociación de la Prensa de Madrid, Urbaneja, ha llegado a decir que le parece "una vergüenza que ubiquen a esa periodista al lado de la portería de España. Como periodista debería saber que no debe implicar personalmente sus emociones en las historias que construye". Por eso él, a la hora construir este esmerado juicio, no ha mezclado que a su hijo, director de informativos de La Sexta, le sentó como un tiro que Sara Carbonero abandonara su cadena por la actual. El caso es que el diestro y el guardameta han pasado a un segundo plano. En cuanto reciban una "corná", a quienes querrá ver la gente es ellas.