En los ocho años que llevo como presidente de la Associació de Veïns del Barri Antic Miguel Hernández las críticas al Ayuntamiento siempre han sido muy comedidas. Con el anterior equipo de gobierno me he enfrentado en más de una ocasión por temas concretos pero después seguíamos colaborando conjuntamente. Pero con el actual la situación es insostenible, la colaboración con el Ayuntamiento es totalmente nula, nos cuesta mucho que nos reciban y cuando nos reciben no hacen nada. Respecto a Urbanismo, con los anteriores gobiernos municipales las decisiones del barrio las tomábamos conjuntamente, pero ahora nos las comunican una vez que las tienen aprobadas y sólo cuentan con nosotros si les interesa que mediemos en algo. Como, por ejemplo, para pedirnos que mediáramos con los vecinos afectados por la restauración de la fachada norte del casco antiguo, cosa que hicimos. En cambio, no se nos tiene en cuenta en otros momentos, como fue en la inauguración por parte del alcalde, con banda de música y ágape incluido, de la finalización de las obras en la calla San Hermenegildo y traseras. Proyecto por el que la Asociación luchó durante muchos años, y que además eran inversiones aprobadas en los presupuestos del año 2006, cuando el actual alcalde aún no gobernaba. En la inauguración, el alcalde quiso dar a entender que era un proyecto totalmente suyo, en el que los demás no habíamos intervenido, cuando realmente fue un proyecto que se encontró prácticamente hecho.

Con respecto al edil de la Policía, la relación todavía es más desesperante. Después de varios años de aprobada la ordenanza de cuartelillos, aún no sabía cómo funcionaba y una vez que se enteró que era él quien la tenía que aplicar, la estudió y no hace más que ponernos pegas. Para lograr convocar una reunión sobre el seguimiento de la ordenanza, tuvimos que solicitarlo por escrito en siete ocasiones. La relación es tan distante que en el último escrito les hemos informado de la decisión de los vecinos de emprender acciones legales contra el Ayuntamiento por no hacer cumplir la ley, ya que son los responsables de hacerla cumplir y son ellos los primeros que se la saltan.

Con el concejal de Sanidad, en las dos reuniones que mantuve hace tiempo con él, llegamos al acuerdo de aplicar una serie de medidas para intentar atajar el problema de las cagadas de perro en la vía pública. En aquel momento le vi la intención de llevarlas a cabo, que se tomaría este problema en serio, pero después de dos años no ha hecho absolutamente nada. Hablamos, entre otras medidas, de que se convocaría una reunión con los propietarios de los perros para informarles de la importancia de que los perros fueran atados, que se debían recoger las deposiciones, sobre todo por los problemas de salubridad y advertirles a su vez de que el incumplimiento de las normas podría acarrear sanciones.

Espero que en su día le pusiera más interés cuando tramitó en Conselleria nuestra petición de un Punto de Asistencia Médica en la sede de la asociación, para dar servicio a la gente mayor del barrio, durante una o dos mañanas a la semana. Tan sólo se trataba de hacer recetas y realizar los servicios médicos básicos, en un barrio donde la inmensa mayoría de la población es pensionista y se desplaza asiduamente al ambulatorio.

Por todo esto, desde esta asociación de vecinos queremos dar a conocer que nuestra relación con el equipo de gobierno popular del Ayuntamiento de Petrer, con el alcalde Pascual Díaz a la cabeza, es francamente mala. Nos ningunean siempre que pueden y tan solo nos alivia el saber que esta actitud se da con otras asociaciones y no sólo con nosotros.

A pesar de todo esto quiero manifestar que aunque no nos hagan caso y no avancemos lo que nos gustaría, debemos confiar en que de una manera u otra nuestro barrio mejorará. Prácticamente no han aparecido nuevos cuartelillos y los que hay la mayoría son más respetuosos. Con la ordenanza por lo menos hemos conseguido que la gente se conciencie que aquí, además de cuartelillos, viven personas. Y si es verdad que algunos políticos han visto el potencial turístico que tiene el barrio y pretenden promover el turismo en él, necesitarán para ello potenciar la vida y el dinamismo del casco antiguo de Petrer.