Falló el tiqui-taca y no resultó el Plan B. Con jugadores de toque, de pases continuos sin llegar con peligro al área, Suiza se parapetó y al contragolpe cazó un gol que supuso su victoria. Las castillos artificiales, las muchas ínfulas de equipo favorito se esfumaron. Salvo que como otros grandes campeones, Italia por ejemplo, el comienzo quede en simple accidente y haya motivo para juegos florales, habrá crujir de dientes.

El fútbol de la selección española es muy previsible. Todos los entrenadores saben de sobra en que se basa su juego. Cuando alguien se pega a Xavi en plan Mangriñán, como ayer hizo Ilner, la salida del balón es menos vertical y cuanto más se rasea horizontalmente más fácil lo tienen los defensores contrarios.

Lo malo no fue que fallara el equipo con los jugadores habituales y habituados al triunfo, sino que el Plan B tampoco resultara. En los partidos amistosos ya hubo datos que apuntaron problemas. Se ganó a Arabia Saudí con ciertos sudores y se venció a Corea del Sur en el último instante y jugando con el segundo equipo. Sólo a Polonia, que vino en plan amigable, se la goleó. Los datos negativos aparecieron contra los anteriores.

Del Bosque recurrió contra Corea a probar el juego con los extremos, Navas y Pedro, y Llorente como delantero centro rompedor, como ariete tradicional. Fue éste quien marcó.

Ayer, cuando el partido se escapaba, el seleccionador recurrió al Plan B, pero de manera incompleta. Junto a los extremos alineó a Torres, quien está falto de partidos, y al que le va el juego al contragolpe como hace en el Liverpool. Para recurrir a la épica y buscar el triunfo en la vieja fórmula de bombear el hombre idóneo es Llorente y no Torres. Llorente no tiene quien le escriba como Torres. La capacidad goleadora de éste en la selección no goza de porcentaje extraordinario. Jugó al lado de Villa quien le entregó dos balones con posibilidad de gol y los malbarató.

El fútbol que practica la selección ha enamorado en muchas ocasiones, pero salvo excepciones, siempre ha requerido paciencia para encontrar el gol. Hay que seguir concediéndole el beneficio de la duda porque aún se puede clasificar aunque la previsible segunda plaza dará para tropezar con Brasil.

España dominó, tuvo posesión casi permanente y el juego se desarrolló en campo suizo. Y no fue suficiente. España no acudió al Mundial de 1958, porque empató en el Bernabéu con Suiza. Jugaron Miguel, Kubala, Di Stéfano, Suárez y Gento.