Y luego hay quien dice que es capaz de aburrirse. Pero si no hay más que conectar con ciertos informativos, mirarlos con cierta distancia y, eso sí, no sulfurarse por más que sobren los motivos para conseguir pasar un rato la mar de entretenido. Los de Telemadrid no tienen desperdicio, y cuentan la ventaja de que se dan en castellano, por lo que no se nos escapa ni una, ni un punto ni una coma, ni los textos ni los subtextos, los veamos desde donde los veamos, desde el norte o desde el sur, desde una Comunidad gobernada por los socialistas o desde un feudo de los populares. Solamente por eso ya compensa estar conectado a una plataforma digital.

El pasado fin de semana los elegí, y de verdad que no daba crédito. En un sumario en donde los titulares nos llevaban desde la inauguración de la temporada de baños en las piscinas municipales hasta los concursos de belleza canina, hubo una pieza cuya entradilla me dejó perplejo. La de la muerte de una mujer acuchillada por su pareja. Y digo que volvió a superar mi capacidad de asombro porque la presentadora, desde la propia entradilla, apostilló que el Partido Popular iba a presentar una reclamación, o una explicación, o una queja a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ante la proliferación de la violencia de género en lo que va de año.

Cuando en un espacio de noticias de un canal autonómico financiado con fondos públicos se informa con semejantes matices, condicionado hasta el último detalle de la escaleta al partidismo, no queda menos que echarse las manos a la cabeza. Sin saber si reír o llorar. Máxime cuando ya sabemos, aunque miremos para otro lado, que en estas y otras materias, madrileños y valencianos, primos hermanos.