Comienza el artículo de opinión publicado en estas páginas por el señor Martínez Pujalte argumentando que, y cito textualmente, "para saber la opinión de la gente, no hay nada mejor que escucharlesÉ" y asegura que este principio, tan sencillo, es muchas veces olvidado por los dirigentes políticos pero que el Partido Popular de Elche se ha propuesto aplicar de manera fehacienteÉ

No sabe usted, señor Martínez Pujalte, la alegría que nos da por el cambio de rumbo en la nave que pilotan los dirigentes del Partido Popular de ElcheÉ Hace muchísimo tiempo que la ciudadanía ilicitana y la militancia están pidiendo a gritos que la señora Alonso y su grupo municipal declaren el patrimonio que pide el señor Rajoy en aplicación del Código Ético. Pero, desgraciadamente, hacen caso omiso a esta importante solicitud. Quizás usted ignora el dicho que reza: "La mujer del César no sólo tiene que serlo, sino también parecerlo". Es una cuestión no sólo de ética, sino también de estética.

¿Cómo entregar el voto a una persona que, aplicando términos taurinos, se salta a la torera un comportamiento tan fundamental como es su declaración de bienes y se pone por montera o expedienta a todo aquel que se lo solicita?

Añade en su escrito, señor Martínez Pujalte, que la candidata del Partido Popular a la Alcaldía de Elche, y usted mismo como coordinador del programa electoral, vienen realizando desde hace meses reuniones periódicas con diversos colectivos y entidades de la ciudad recogiendo sugerencias para la formulación del programa electoral. Agrega que han sido muchas ya las reuniones que han celebrado y piensan continuar en esa dinámica de trabajo, porque están convencidos de que el programa político de un partido que pretenda gobernar la ciudad ha de ser capaz, ante todo, de dar respuesta a las demandas de los ciudadanosÉ

Fenomenal señor Martínez Pujalte. Eso es lo que estamos esperando los votantes del PP de Elche desde tiempo inmemorial. A ver si nuestras peticiones son, por fin, escuchadas y atendidas. No sería ético descuidar puntuales demandas que, por reiteradas, adquieren una mayor consideración.

Tras mencionar en su artículo a la clase empresarial ilicitana, cuya mayoría de miembros agradecerían también las explicaciones de la candidata señora Alonso, se va usted en el escrito a exaltar de manera demagógica las bondades de nuestra querida ciudad. Habla de crisis, futuro, liderazgo, creación de empleo, y ambición. ¡Ah! Ambición. Ha dado usted, señor Martínez Pujalte, en el quid de la cuestión, pero tergiversando los objetivos. Hasta ahora la finalidad por la que se mueven ciertos dirigentes del PP de Elche es la ambición. Ambición desmedida para alcanzar metas de tipo personal, que nada tienen que ver con el servicio a la ciudadanía. Se ha llegado demasiado lejos. Y usted, señor Martínez Pujalte, tiene que concienciarse de la triste realidad que se vive en el Partido Popular ilicitano: división, descontento y preocupación. No se engañe. Quítese la venda y sea ecuánime. De lo contrario, pensaremos que, con la cabeza bajo el ala, imaginando espejismos engañosos, espera pusilánime la llegada de alguien que como, Nuestro Señor, tenga que expulsar a golpe de látigo a los mercaderes de un lugar que no merecen y al que han accedido de manera engañosa.