Los socialistas ilicitanos divulgaron hace unas semanas una encuesta con el titular de que Alejandro Soler lograría la mayoría absoluta (14 concejales), Mercedes Alonso mantendría los 13 actuales y Ángeles Candela desaparecería del escenario político. Algo así como el paraíso terrenal convertido en datos demoscópicos para mayor gloria del primer edil ilicitano. Resulta curioso, cuanto menos, comprobar cómo los únicos datos conocidos de este estudio se centran en la valoración de Soler y Alonso y la satisfacción que producen las diferentes áreas de gestión municipal. Obviamente se han suprimido otro tipo de preguntas que se hicieron en el sondeo que realizaron los socialistas en 2008. Nada de la principal preocupación que tienen ahora los ilicitanos, nada de los que votaron al PSOE y ahora no estarían dispuestos a hacerlo o al revés, de los que no votaron al PP y ahora lo harían, o viceversa. No debe ser, para ellos, motivo inquietante, sobre todo teniendo en cuenta que en 2008 un 18% de los votantes socialistas aseguró entonces que no repetiría su voto o que el paro, con la que ha caído después, era ya la principal preocupación.

La realidad. Al margen de los datos extraídos del estudio, es evidente que habrá que introducir evidentes índices correctores teniendo en cuenta que los incesantes sondeos que proliferan por doquier no se parecen en nada y no son muy halagüeños para los socialistas. Se escudan los promotores del estudio en que unos comicios locales no tienen nada que ver con unos generales o autonómicos, al tiempo en que confían en que la personalidad de Soler le sobrara y bastara para derrotar a Alonso. Pero el equipo de gobierno municipal teme, por otro lado, que si el devenir económico no toca suelo e inicia, aunque tan sólo sea de forma tímida, un repunte, las posibilidades de hacer realidad ese muestreo son más bien remotas. Sin ir más lejos, algunos ediles socialistas ya planean su futuro lejos de la Plaça de Baix.

Elementos a considerar. Sin embargo, en política el año que prácticamente queda para la cita electoral es toda una eternidad, sobre todo si tenemos en cuenta que tras el periodo estival comenzarán a atisbarse situaciones a considerar. Los analistas políticos dan como segura la presencia de una candidatura anti Mercedes Alonso auspiciada, fomentada y sufragada por sus actuales oponentes, cuyos nombres están en la mente de todos, con el único objetivo de que no alcance la mayoría absoluta que algunos observadores dan ahora como segura. Además, habrá que ver los efectos que puedan tener los partidos teóricamente residuales pero que siempre pueden protagonizar sorpresas. El Partido de Elche, la Unión Progreso y Democracia de Rosa Díez, o cómo quedará representada Esquerra Unida, tras la ruptura que Candela ejecutó al inicio del presente mandato o el papel de Compromís, que por cierto todavía no ha reeditado su pacto político en Elche cuando ya lo ha hecho en otros puntos de la Comunidad. Muchas, demasiadas, variables que la encuesta no ha tenido en cuenta y que en las urnas suelen ser determinantes.