El próximo lunes ya no se emitirá la serie Pelotas, de Corbacho y Cruz, que finalizó su andadura casi por sorpresa. Conste en acta que no tuvo final, o como dicen ahora, tuvo un final abierto. Las modas son las modas, y el episodio concluyó con un tema musical, a partir del cual se fueron encadenando imágenes con los personajes de todas las subtramas.

Personajes que vamos a echar de menos. Por cotidianos. Por reconocibles. El final del final, no sé si como un guiño hacia la serie Mujeres de Sabroso y Ayaso, concluyó con una cámara con grúa que fue subiendo hasta colocarse por encima de los banderines de una verbena.

Tienen mucho que ver, sin duda, Mujeres y Pelotas. Una sola palabra en el título. Un mismo día de la semana, los lunes, para salir en antena. Y sobre todo, una única vocación, la de reflejar a ese tipo de gente real, que paradójicamente, tan poco se ve en las teleseries.

De ahí que la novedad que supuso Mujeres, y de ahí la gran novedad de Pelotas que, al contrario que aquélla, se atrevieron a programar en La Primera. Buena parte del mérito hay que achacarlo a los actores. A unos excelentes actores. Empezando por Flo, esa institución, a quien dio cuerpo y alma un Ángel de Andrés López en estado de gracia. También su fidelísima pareja, Blanca Apilánez; los estupentos Javier Albalá y Belén López, y las últimas incorporaciones, Alberto Amarilla y Alberto San Juan. Sin olvidar a esa actriz enorme que es María Botto, que supo hacer grande un personaje con el que no quedaba otra que estremecerse. Y a ese secundario de lujo que es Paco Merino. Echaremos de menos, muchísimo, a toda esa buena gente de Pelotas.