C on la llegada del mes de junio se repite con demasiada frecuencia la falta de plazas escolares para poder matricular a todos los alumnos de 3 años que desean estudiar en un centro público. Uno recuerda la década de los ochenta cuando la escasez de colegios en Elche era tal que las autoridades académicas y locales recurrían a las criticadas y criticables "aulas provisionales", que se solían ubicar en bajos comerciales, en los que los chavales no tenían ni patio ni comedor. El recreo, por tanto, solía hacerse en la calle cuándo la zona y las circunstancias lo permitían.

Sin plaza. Ahora, casi 30 años después, la Comisión Local de Escolarización comprueba reiteradamente que en Elche la demanda de plazas suele ser mayor que la oferta y ahí tenemos ya este año a 138 familias que no han logrado un puesto para los "nanos" en ninguna de las tres escuelas que señalaron en los papeles. Y de ellas, 27 siguen sin encontrar aún sitio para que sus hijos tengan un "pupitre" en la red pública de la enseñanza. La estrechez es tal que incluso se ha tenido que reconducir algún caso que clamaba al cielo como era el de dos hermanos a los que se les había asignado colegios distintos por los avatares de la puntuación. ¿Se imaginan a esos padres a la hora de llevar o traer a sus hijos del cole? Con razón se escuchan voces críticas con el famoso "programa Ítaca" impulsado desde la Consellería de Educación para asignar plazas escolares.

Y lo peor es que en los tres meses que faltan hasta que arranquen las clases, allá por el mes de septiembre, el problema tiene todo el perfil de agravarse aún más. Ya se sabe, por lo ocurrido en años anteriores, que el "goteo" de niños que seguirán llegando a nuestra ciudad, provocado por el traslado de sus padres o por otras circunstancias, hará que crezca la lista de espera. Y si bien es cierto que desde la Generalitat se ha hecho un claro esfuerzo al crear un aula nueva de 3 años en el colegio Reyes Católicos, no es menos evidente que siguen faltando plazas para atender todas las solicitudes. El número de peticiones frustradas está produciendo un fenómeno novedoso por lo que tiene de cambio sociológico con respecto a un pasado reciente, en el que la tendencia era llevar los niños a centros educativos ubicados en el casco urbano. El vuelco lo están dando muchos padres que, al no encontrar un hueco, han optado ya por buscar plaza en colegios del Camp d´Elx para poder matricular a sus hijos al quedarse sin sitio en los centros de la ciudad que ellos preferían.

Las ratios. Es lamentable que en estos aménes del curso escolar 2009-2010 surjan problemas, como este de la falta de plazas para matricular a todos los alumnos de 3 años, que amenazan con salpicar el arranque del que viene en el que o las, a veces, cuestionadas ratios tendrán que aumentar y, por lo tanto, acoger más alumnos en las aulas que ya funcionan o habrá que crear otras nuevas. Ya veremos.