Desde el claustro de profesores, el Consejo Escolar del Centro y AMPA del CEIP Rafael Altamira deseamos manifestar nuestra alegría por el comunicado del señor alcalde del municipio de El Campello, expresado en diferentes medios de comunicación con el titular "Restaurar la dignidad y el honor" ante el sobreseimiento y archivo definitivo del caso de los monitores de nuestro centro, expresando su satisfacción por esta decisión judicial -al igual que nosotros- que confirma la inocencia de los monitores a los que tan injustamente se les imputó presuntos abusos sexuales; tan arbitrariamente se les detuvo en el centro; tan falazmente se les humilló; tan miserablemente se les denigró y se les difamó y, mediáticamente, se les condenó.

Nos sorprendió que en su momento, usted optase por marcharse a la Feria de Valladolid con lo que estaba sucediendo en nuestro centro en particular. Decimos nuestro centro sí, incluyéndole a usted, porque entendemos que también forma parte de él, como primera autoridad, y sobre El Campello, en general. No queremos entrar en juicios de valor si, en ese momento y por su marcha, había desgobierno en la localidad como se le ha criticado en prensa, pero lo cierto es que nadie de su equipo de gobierno se personó para que supiésemos que estaban con la presunción de inocencia, que estaban con nosotros, con el personal del comedor, con el conserje, con la directora y con nuestros padres, sí nuestros padres que no creían que los profesores, ni la directora, ni el conserje, ni monitoras, ni el personal de cocina, ni trabajadores del centro fuesen cómplices ni que tales hechos fueran posibles (como recoge el auto de la juez y las manifestaciones del fiscal aparecidas en prensa). En verdad es que hubiésemos agradecido enormemente ese soporte moral y físico por el mal trance que la comunidad escolar estaba atravesando pero, no vino usted ni antes ni después, limitándose a realizar en prensa unas correctas manifestaciones sobre el tema y que desearíamos que fuese consecuente con ellas. Igualmente nos llamó la atención la defensa (que entendemos pero no compartimos) a ultranza que realizó sobre el personal de alguno de sus departamentos y cuya valoración del primer caso, según nuestros informes, chocaba contra la opinión de los miembros del gabinete municipal (que sí que se personaron en el centro para ofrecernos su apoyo y colaboración) y, desencadenó toda esta locura. También hubiésemos deseado que al conocer la noticia (se le comunicó a la señora concejala de Educación con fecha 24 de septiembre) del sobreseimiento libre del caso se hubiese dirigido a los miembros del claustro de profesores, o a los miembros del Consejo Escolar, o al presidente de la AMPA o, para abreviar, al equipo directivo para manifestarles su satisfacción porque se había restaurado la dignidad y el honor a todos los sectores de la comunidad escolar y eso, sí nos preocupa, nos preocupa que sólo exprese su respeto por el auto judicial y no comparta con todos nosotros la decisión de la Justicia que proclama la inocencia de los monitores y la imposibilidad de haber sucedido los hechos que se les imputaban en el horario del comedor .

Vamos a dejar atrás lo que ya pasó pues el colegio Rafael Altamira y sus monitores implicados en tan infame y desagradable suceso ya sufrieron bastante ...¿No le parece?

Miremos hacía el futuro pero, ¿qué perspectivas tiene usted para lavar el buen nombre y la imagen del centro y del pueblo que tan vapuleado ha salido en los medios de comunicación ?

¿Qué acciones piensa emprender para restaurar la dignidad y el honor de los monitores como expresa en su escrito?.

¿Nos puede explicar a qué actuación de qué departamento de su corporación, en concreto, se refiere en su escrito?. ¿Cómo se puede tener la tranquilidad de hacer un comunicado diciendo que se actuó conforme a la ley, con informes y documentos, sin haber realizado entrevistas a los alumnos, ni haberse puesto en contacto con los responsables del colegio ni haberse personado ninguno de los trabajadores que emitieron dichos informes por el centro?

Por otro lado, también es nuestro deseo que a los monitores inocentes se les restaure su dignidad y honor pero también a sus familiares y amigos, a los docentes que en esos días estábamos en el punto de mira como cómplices y encubridores, a la inmensa mayoría de padres y familiares de nuestros alumnos que se negaron valientemente a creer en esas difamaciones, a las monitoras y personal del comedor que tanto sufrieron y lloraron ante la increíble situación, a los trabajadores del Centro y a nuestro CEIP Rafael Altamira. Pero para conseguir ese logro, es necesario que dentro de nuestras competencias y de las suyas, nos ayudemos mutuamente a conseguir lavar el buen nombre y la imagen del centro y del municipio; a recuperar la tranquilidad perdida tanto profesional como personal, a manifestar, unidos como una piña, nuestro descontento sobre determinadas actuaciones padecidas, a luchar unidos por limpiar el honor mancillado de unos chicos inocentes y de sus familias, a limpiar el prestigio de unos profesionales de la educación, a apoyar al personal del comedor y trabajadores del centro, a recuperar el buen nombre del colegio y la buena fama del municipio y de su comunidad escolar (excepto algunos que se empecinaron en difamar y acusar sin pruebas).

Solicitamos que convoque a la Junta de Seguridad Local para que los responsables de las fuerzas de Seguridad del Estado expliquen por qué razón se decide tomar por asalto el centro en horario de mayor afluencia de profesores, padres, madres, alumnos.... Si era tan urgente la detención de los monitores, se debió de realizar en sus domicilios la tarde anterior y no delante de los miembros de la comunidad escolar creando una alarma social innecesaria (como se ha demostrado con el auto) y sin preservar la imagen de los detenidos debido a la presencia de los medios de comunicación que, sin lugar a duda, fueron avisados de la operación

Solicitamos el asesoramiento y apoyo de los servicios jurídicos del Ayuntamiento para encausar a aquellos que falsamente imputaron supuestos abusos sexuales a personal del centro y, al mismo tiempo, ciudadanos de El Campello.

Solicitamos la coordinación entre el gabinete municipal, psicóloga del centro social "El Barranquet", Servicios Sociales y los centros escolares para que, en situaciones como la padecida, se evite emitir valoraciones contrarias, así como depurar responsabilidades contra quienes fomentaron y colaboraron en esta ignominia por su falta de profesionalidad.

Solicitamos el asesoramiento y apoyo de los servicios jurídicos del Ayuntamiento para encausar a aquellos medios de comunicación que de manera descarada arrastraron por el barro a unos monitores, a sus familias, a la comunidad escolar del centro y al pueblo de El Campello.

Dicen que el tiempo pone a cada uno en su lugar y verdaderamente el tiempo y la justicia nos ha hecho recuperar algo de alegría y confianza en el futuro. Pero no le quepa la menor duda que ha sido sin su ayuda. Esperamos aunque dudamos que "pueda y sepa reponer" la decepción que ha ocasionado a esta comunidad escolar por su total despreocupación en esos días, pero si su deseo es buscar explicaciones a lo ocurrido dentro de un recinto de titularidad municipal, si su deseo es buscar a los inductores de esta sinrazón, si su deseo es denunciar a los que cometieron alguna tropelía o abuso de autoridad y; si su deseo es restaurar el honor y la dignidad, sepa que estaremos a su lado.