LUNES. Qué cruz, «Pé» I nfiltrados», la película oscarizada este año, es un plagio anómalo ya que resulta mucho mejor que la obra plagiada. Esto no desmerece tanto al original como restañe una deuda con Scorsese , un director de la escuela neoyorquina a quien siempre le ha incomodado el presunto glamour de Hollywood y tiende a filmar tinieblas inmortales. A mí me gustaba más «Cartas desde Iwo Jima», pero yo no vivo en California, no soy académico y tampoco entendería que en una gala de los Oscars hubiera más japoneses que norteamericanos. Helen Mirren también supera al personaje plagiado, la reina de Inglaterra, pero esto es común entre los grandes actores: Charlton Heston era más apuesto que el auténtico Cid, Marlon Brando posee una letal parsimonia a la que ningún «capo» siciliano podría aspirar y Forest Whitaker es infinitamente más cruel que Idi Amin . «El laberinto del fauno», una estimable castaña sólo apta para alucinados comprometidos políticamente, ha conseguido dos o tres premios de laboratorio y Penélope Cruz ha competido dignamente con cuatro señoras que aún le vienen grandes.

MARTES. El «Dini» E sto del 11-M progresa. He repetido cien veces la palabra «dinitritolueno» para mortificarme y creo que por fin he alcanzado la comprensión intemporal de los iluminados. Si lo he entendido correctamente, hay dinitrotolueno donde no debiera haberlo y, en cambio, no lo hay donde sí debiera. O al revés. El asunto es fetén: si explotó «dinitrotolueno», los asturianos no tienen nada que ver con el 11-M salvo que el explosivo que transportaron desde Asturias tuviera, cómo llamarlo, un defecto de fabricación. Y si no explotó «dinitritolueno», estamos perdiendo el tiempo con una tontería macabra. Pero hay más: no todas las muestras examinadas de explosivo contienen «dinitritolueno», aunque proceden del mismo lote. Les ruego que resistan: si hay «dinitrotolueno» en unos sitios y en otros no, alguien debió manipular los restos de explosivo después de los atentados o perpetró una chapuza química. Y ahora repitan cien veces conmigo «dinitritolueno».

MIÉRCOLES. Diplomacia de trinchera C reía haberme librado de Endesa, pero nunca hay que despreciar la perseverancia de algunos compatriotas. Recapitulemos: ZP intentó regalar un bombón a sus socios catalanes, tropezó con un muro sinuoso de apellido Pizarro , reculó aparentemente ante su colega alemana, sus socios comprendieron que habían perdido tiempo y dinero, Montilla se resignó a que todo el mundo se riera de él en el palco del Nou Camp y los apóstoles de los «campeones nacionales» en sectores estratégicos se dieron cuenta de que habían entregado a los alemanes una de las joyas de la Corona. Pero ya les digo que son tenaces: ahora han pactado con una empresa pública italiana. Definitivamente, tienen una idea pintoresca de los «campeones nacionales». No obstante, esto promete: para desalojar a un amigo de Aznar y repartir aguinaldo en Cataluña, ZP se enemistó con Angela Merkel , tuvo que rectificar a desgana y ahora la ha traicionado con un presidente italiano «in articulo mortis». Si yo fuera nuestro embajador en Berlín, procuraría tomar precauciones.

JUEVES. Ozú A lgún articulista poco inspirado compara el esperpento del Betis-Sevilla de anoche con la guerra entre El Salvador y Honduras por culpa de un partido de fútbol hace casi cuarenta años. Esto es un dislate: salvadoreños y hondureños no compartían patio de luces y sus respectivos presidentes eran bastante más sensatos que los dos charlatanes histéricos que transitoriamente representan a ambos clubes. Lo más gracioso, si hay algo gracioso, es que la botella lanzada contra Juande pertenece a dos aficionados de Elche, que son precisamente amigos de él. Esto me recuerda la anécdota de un amigo que desembarcó en Lituania durante un crucero turístico y se encontró a su cuñado en un restaurante. Siempre hay paisanos. No sé si han visto el botellazo que recibe Juande, los aspavientos de tirios y troyanos, la adrenalina desperdigada que traspasa la pantalla o la flemática impostura de unas autoridades a quienes se le ha ido de las manos el «panem et circenses». Es la guerra.

VIERNES. No hagan ruido D e Juana Chaos ya ha comido. Menos mal. Eso me recuerda que yo sigo en ayunas por culpa de la indigestión patriótica que sufrí ayer al verle llegar ufano a su patria chica. El problema del PSOE es que carece de término medio: monta el GAL u organiza una cama redonda. Son dos negocios ruinosos a largo plazo, pero aquí no hay quien piense en el largo plazo y mucho menos en lo que nos hemos dejado detrás. Todavía es pronto para calibrar un disparate tan gigantesco, aunque el siempre locuaz Bono ya ha adelantado una tesis conmovedora: el deber de la Oposición es darle la razón al Gobierno. Lo ha dicho esta mañana en TVE y al tipo no se le ha desprendido una oreja. Bueno, la Oposición debe darle la razón al Gobierno siempre, salvo cuando no la tenga. Pero el Gobierno siempre tiene razón. Y si no la tiene por caso fortuito, tampoco hay que negársela cuando se discuten temas serios. Creo que alguien del PSOE no se ha enterado de que sin el PP no hay final de ETA.