L as ONG de Desarrollo, en sus campañas, tratan de despertar en las personas de los países desarrollados actitudes de solidaridad hacia los pueblos azotados por la pobreza y el subdesarrollo. El método que emplean para este fin es el de informar-concienciar-sensibilizar. Es preciso que los ciudadanos occidentales entiendan que la gran pobreza es un problema humano muy grave, que afecta de alguna manera a todos, aun a los que no la padecen, y, por tanto, hay que comprometerse a combatirla, asumiéndola como causa propia. La reacción de los que optan por la solidaridad tiene varias expresiones. A juicio de López Aranguren , hay una solidaridad por necesidad: es la de aquellos que temen que esa situación extrema, de la que se habla, pueda afectarles (un conflicto bélico);, y se deciden a colaborar para evitarla. Hay también una solidaridad como espectáculo: es la que se produce por reacción ante unas imágenes terribles, impactantes, que suscitan unos sentimientos impulsivos de ayuda puntual, sin compromiso, la cual tranquiliza y deja satisfecho. Hay una solidaridad como cooperación, que lleva a la persona a integrarse en organizaciones de apoyo para el cambio social. Finalmente, hay una solidaridad como encuentro, que hace propio el problema de los otros, estudia sus causas o raíces y rehace su forma personal de vida, de acuerdo con su compromiso de ayuda al desarrollo de los necesitados. Estas dos últimas formas de solidaridad alcanzan una gran altura y perfección. La viven, por ejemplo, los miembros de las ONG y los misioneros que entregan su vida al servicio de los más pobres. El ideal es que creciera el número de los comprometidos a cooperar e incluso a entregar su vida a la ayuda de los más necesitados. El conocimiento de los otros y de su situación de gravísima necesidad puede impulsar a forjar la personalidad y a vivir conforme a los valores de la solidaridad en su más alta expresión. Sin embargo, hay que reconocer que, aunque no faltan ejemplos de esto último, la solidaridad más abundante es la solidaridad como espectáculo con sus sentimientos impulsivos puntuales.