Algunos ayuntamientos de la provincia deben estar palpándose los bolsillos de sus escasas arcas municipales. Y no es para menos. Esta misma semana se ha sabido que la falta de recursos económicos de la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas puede llevarles a pagar las nuevas sedes judiciales previstas para esas ciudades. La escasez de dinero está obligando a la Generalitat a llegar a acuerdos con la mayoría de los municipios que son cabeceras de partidos judiciales para que sean los consistorios los que paguen las infraestructuras. En los convenios se establecería, eso sí, la promesa de devolverles, en un futuro sin precisar, el dinero que inviertan para levantar palacios de Justicia o ampliación de los juzgados. Pero, claro, muchos de ayunta no solamente se niegan, como es el caso de Elche donde están ya hartos de promesas sobre la anunciadísima Ciudad de la Justicia, sino que además ven en esta nueva estrategia un incumplimiento por parte de la Generalitat desde donde se anunció hace ahora siete años la creación de un fondo de compensación para hacer frente a la sequía económica municipal y para poder compensar los gastos que, correspondiendo al Consell, afrontan los ayuntamientos. Ahora recuerdan que en el año 1999, siendo presidente Eduardo Zaplana , se les anunció, en una asamblea de la Federación Valenciana de Municipios celebrada en Castellón, un fondo que se fijó entonces en 5.823 millones de las viejas pesetas. De aquel dinero no solamente no ha llegado, a fecha de hoy, ni un céntimo a las tesorerías locales sino que, además, la deuda de muchos municipios ha ido creciendo y debe superar ya los 3.115 millones de euros en que la fijó hace poco la Sindicatura de Cuentas. De ahí las reticencias de algunos ayuntamientos a la hora de rascarse unas faltriqueras municipales menguadas.