S abían ustedes que hoy se celebra un referéndum en Portugal sobre la despenalización del aborto ¿Les parece que la Ley contra la Violencia de Género es discriminatoria para los hombres ¿Merecen la misma relevancia mediática el asesinato de una mujer a manos de su ex pareja y una denuncia falsa utilizando fraudulentamente la ley Hasta el mismísimo moño estoy ya del tratamiento desinformativo que se le da a aquellas noticias que afectan a toda la sociedad y que tienen como objeto y sujeto a más de la mitad de la humanidad. O bien no aparecen (caso del aborto); o bien a lo que contribuyen es a crear un clima de rechazo social a las medidas orientadas a la consecución de la igualdad real de mujeres y hombres, lo que es especialmente grave en el supuesto de la ley contra la violencia de género. Ya llevamos la triste cifra de 7 mujeres asesinadas y aún hay diarios de tirada nacional que cometen la torpeza (prefiero pensar que no hay intencionalidad); de colocar en la misma página dos columnas: una de ellas, la más larga, titulada: «Un tribunal reprende a una mujer por cometer $27fraude$27 con la ley de violencia» y en la que se habla del denominado síndrome de alienación parental (que lo sufrirían los hombres por no dejarles ver a sus hijos);; la otra columna, bastante más corta, con el titular «Un hombre mata a su ex pareja a golpes y navajazos en El Campello», sin realizar ningún análisis, con un pobre relato de hechos y el único dato del vergonzante tercer puesto logrado por la Comunidad Valenciana en el ranking de mujeres asesinadas el año pasado. Si eso es grave ni qué decir tiene el hecho de que se incluyan las noticias de violencia de género en la sección de «sucesos» (eso no se hace con el terrorismo ni con otros temas); o que gran parte de la información recoja declaraciones de los vecinos sobre lo buena persona y lo educado que parecía el maltratador. Si esto no es práctica habitual para el tratamiento de los asuntos no veo por qué deba serlo en éstos tan graves. Ni un ápice de profundización y sensibilización acerca de esta lacra social se puede atisbar en nuestros medios de comunicación, especialmente en la prensa. En lugar de rellenar líneas con las opiniones vecinales indaguen los motivos por los que los juzgados de Violencia de Género abren diligencias por denuncias interpuestas por los hombres cuando no han sido creados para ese menester. Por ejemplo.