«Don José Guardiola escribió, casi en broma, "Conduchos de Navidad", recopilando una serie de trabajos suyos publicados en un semanario dedicado a propagar "Les fogueres de Sant Joan". En dichos escritos se habían dado a conocer una serie de recetas de guisos alicantinos, de sabrosa importancia, recogidos ya en el librito que, aparte de la exactitud de sus comprobadas recetas culinarias, constituye una muestra, increíble en un libro de cocina, de la maestría en el manejo del lenguaje y del buen humor de su autor. Aprovechando el pretexto de una llegada a Alicante de una embajada japonesa, en tiempos de Felipe II, y de los agasajos y homenajes que en nuestra ciudad recibieron tan exóticos visitantes, convierte en autor del libro al cocinero mayor de tan austero rey, llamado Francisco Martínez Montiño. Con tal argucia, Guardiola, en un castellano rancio e insuperable, compone la obra, y la "dota" de cuantas "aprobaciones" y "licencias" fueron necesarias". Añade, a continuación de este primer librito, y sin duda para que nadie creyera que en Alicante se come sólo en Navidad, una segunda parte que titula "Gastronomía Alicantina", que resulta más amplia y descriptiva que la primera. Cuida personalmente la edición, y con todo lujo de detalles tipográficos, para darle el carácter clásico que pretende, realiza el prodigio de este libro con un esmero impresionante. Llega, incluso, a imprimir algunos tomos en papel especial, los encuaderna en pergamino y los "envejece" en la propia bañera de su casa, usando procedimientos mágico-químicos a los que no fue totalmente ajeno mi propio padre, don Agatángelo Soler y López, farmacéutico de verdad y gran amigo de don José, asiduo visitador y contertulio de la rebotica de la vieja farmacia de la "plaseta de Sant Cristofol". "Allí, conocí yo, de pequeño, a Guardiola. Siempre me impresionó por su aspecto patricio y señorial y por el respeto que imponía su barbado rostro finisecular. Posteriormente, y en momentos muy duros para mí, en 1938, actuó, como letrado en mi defensa. Tuve el honor de corresponder, haciendo yo de valedor suyo, escasamente un año después. Con una diferencia de edad tan grande habíamos sellado ambos una extraña y perdurable amistad". "Y nada más. Que don José Guardiola y Ortiz y don Agatángelo Soler y López, hoy, sin duda, juntos y tan amigos y unidos como siempre, nos estarán viendo y observando desde el "Más Allá", satisfechos y divertidos de que sus hijos hayan llegado a un acuerdo, tan trascendente, para honrar la memoria de uno, aun a costa de los dolores de cabeza al hijo de otro". "Agatángelo Soler Llorca. Alicante. Navidad de 1972É».

Del prólogo a la edición de 1972 de «Conduchos de Navidad. Gastronomía Alicantina» de don José Guardiola y Ortiz.

Agatángelo Soler Llorca fue farmacéutico en Alicante. Le «pilló» la Guerra Civil española con apenas 17 años de edad. Era «camisa vieja» de la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera. Además de farmacéutico, de los de verdad ya que hacía formulaciones, cremas, pomadas, pastillas... poniéndoles nombres propios, como al «dentífrico Cilidén» (¡que una gota valía cien!);, o la «Espuma de Baño Agatángelo», o el protector solar «Agasol», o la aspirina «Akra» (de «Akra Leuka»: «Roca Blanca»: Alicante);, fue alcalde de Alicante 9 años, sirviendo a la ciudad obras tales como el pavimento tricolor de la Explanada de España, la rehabilitación del castillo de Santa Bárbara (agregándole un ascensor para subir al mismo);, la fuente de la Plaza del Mar (que, por cierto, jamás estuvo en Alcoy);É Fue procurador en Cortes y consejero nacional. Votó que «no» a la «Ley de Sucesión» del general Franco, de forma oral, estando éste presente, en las Cortes; ley por la que accedería al trono Juan Carlos I. También, fue presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos. Era especialista en Análisis Clínico, al igual que yo. Escribió libros, tales como «Historias de la Plaçeta de Sant Cristofol» y «Un entierro a la Federica», y como han leído también fue editor del libro de Guardiola (mencionado en la bibliografía de don M. M. Llopis en su «Historia de la Gastronomía Española»);, de la «Reseña histórica de la ciudad de Alicante», de la «Crónica de la Muy Ilustre y Siempre Fiel Ciudad de Alicante». En el prólogo al libro «Gastronomía Alicantina», «cuenta» cómo el autor del mismo le defendió, en 1938, frente al consejo de guerra formulado contra él por gente del bando republicano, siendo casi un «crío». También «relata», como libró del fusilamiento a Guardiola, a «manos» de las tropas nacionales (¿ );, un año después. YÉ como ven, esto es un ejemplo de fraternidad entre personas de un mismo pueblo, que jamás debe ser truncada por ninguna locura, ya sean las de la República o las del general Franco. Yo «pertenezco» al PSOE, y «tengo la sangre roja y el corazón a la izquierda», y estoy muy orgulloso de haber tenido un padre como Agatángelo, que entre otras muchas actividades, estuvo afiliado a la Falange Española, y que evitó que Guardiola muriera fusilado. Yo, veo en TV el «Canal Historia» sabiendo de muchas cosas que ignoraba cuando estudiaba en el bachiller la «Formación del Espíritu Nacional» (Doncel);; siendo ésta asignatura «Memoria Histórica», pero sesgada y partidista. No consintamos que la «Historia se cimiente en el silencio de los muertos». Por todo estoÉ yo digo «sí» a la «Memoria Histórica». Y sólo una cosa más: Francisco Martínez Montiño, también fue cocinero de Felipe III y IV.