Había que digerir toda la tensión vivida en el partido y qué puede haber más terapéutico que tirar una buena traca de petardos. Así ha celebró el padre de la ilicitana Vanesa Amorós la victoria del equipo de su hija ante Corea del Sur, gracias a la cual él y su familia tuvieron ayer fiesta por partida doble: las de Elche y la de las Olimpiadas. "Cuando les he llamado estaban todos llorando de alegría. Al igual que nosotras, mi familia lo ha pasado mal, ya que el marcador ha estado muy ajustado y hemos sufrido bastante para conseguir la victoria", asegura a informacion.es la jugadora de la selección nacional de balonmano, minutos después de ganar a las surcoreanas y, por ende, la medalla de bronce.

Vanesa Amorós dice que está que no se lo cree. "Ya me costaba creerme que llegaría algún día a una Olimpiada... Lo de la medalla, la verdad, que ni me lo planteaba. El objetivo del equipo era llegar a cuartos de final y sólo cuando pasamos a semifinal empezamos a soñar con que podríamos conseguir alguna", relata la exjugadora del Mar Alicante mientras se prepara con sus compañeras para ver la final entre Noruega y Montenegro.

Para Amorós ganar una medalla de bronce "es lo máximo". En su opinión, ha sido un premio "muy merecido", ya que según dice les ha costado muchísimo. "Ha sido una batalla dura tanto en este partido como cuando vencimos a Croacia en cuartos. La verdad es que en semifinales contra Montenegro no nos acompañó el día", afirma.

La jugadora ilicitana reconoce que no ha sido tan protagonista como otras de sus compañeras en esta Olimpiada. "El entrenador, no obstante, ha pensado en mí para el juego defensivo. Yo he intentado hacer el mejor trabajo posible pero bueno, me hubiera gustado jugar un poco más. Aunque lo cierto es que ahora con el subidón que tengo ese tema es totalmente secundario", bromea. Y es que la celebración es ahora lo más importante para este equipo después de su buena actuación en los Juegos de Londres. De hecho, en cuanto les cuelguen la medalla, Amorós se iría con sus compañeras a cenar a la Casa de España "y después lo que surja", se ríe.

La deportista espera que este buen papel de la selección, que ha acaparado tanta atención de los medios de comunicación españoles, ayude a que los equipos de balonmano femenino salgan del "bache" que están sufriendo. "Es necesario que se vuelquen en los equipos y los sponsors. No todo es fútbol. También hay balonmano, y balonmano con medalla olímpica".