La selección española femenina de balonmano dio anoche un paso de gigante en sus aspiraciones de alcanzar los cuartos de final, tras imponerse por 24-21 a Dinamarca, en un encuentro en el que España volvió a sustentarse en un formidable defensa, que rozó la perfección en la primera mitad.

Conscientes de que el ganador del encuentro pondría un pie entre los ocho mejores equipos de los Juegos, españolas y danesas arrancaron el choque atenazadas por la presión, lo que provocó un sinfín de fallos del que el primero logró escapar fue el conjunto español.

España no tardó en encontrar la tranquilidad en su mejor arma, una extraordinaria defensa 5-1, con Eli Pinedo en el puesto de avanzado, que como ya ocurriera ante Francia desarboló por completo al equipo danés.

Circunstancia que no tardó en propiciar las contraataques del conjunto español, que cada vez más crecido, no sólo se limitó a correr, sino que exhibió un variado y ofensivo ataque, al que Dinamarca no encontró respuesta en toda la primera parte. Desde el pivote, en penetración, incluso, desde más allá de los nueve metros, gracias a una enchufadísima Nely Carla Alberto, España logró goles de todas las formas posibles, hasta lograr una máxima renta de siete goles (13-6) en el tanteador.