La selección olímpica española afronta hoy su primer partido de los Juegos Olímpicos de Londres (15.45, hora española/La 1) en el estadio de Hampden Park (Glasgow) ante Japón, en un encuentro en el que tratarán de dar el primer paso hacia la medalla de oro. Doce años después, el fútbol español volverá a estar en una cita olímpica, donde espera que el impulso dado por la absoluta y su triple corona le sirva para volver a saborear un metal dorado, que hace ahora 20 años otra gran generación liderada por Guardiola, Kiko, Alfonso o Abelardo, entre otros, conquistó en Barcelona.

El conjunto de Luis Milla, que hará el estreno de la participación nacional, llega con el espíritu de aquel éxito para llegar a lo más alto del podio y para ello quiere ir paso a paso. La primera piedra en el camino será el conjunto nipón, que ha evolucionado mucho durante los últimos años y que quiere poner las cosas muy complicadas a la Roja. Así, después del triunfo en Polonia y Ucrania y el de la sub-19 en el Europeo, más el subcampeonato continental de la sub-19 de las chicas, ahora toca el turno del combinado olímpico para convertir el verano en toda una fiesta.

Pero para lograr la primera victoria el equipo capitaneado por Javi Martínez tendrá que mejorar la imagen mostrada en los dos últimos amistosos, que aunque ya lo hizo ligeramente en el segundo partido ante México (1-0), gracias a la incorporación de los tres jugadores de la absoluta, el propio mediocentro navarro, Juan Mata y Jordi Alba, sobre todo este último, gran revelación en la pasada Eurocopa. Sin embargo, Senegal dejó claro con su victoria en Maspalomas por 0-2 que el camino no será fácil. Los vigentes campeones de Europa sub-21, lo que les dio la clasificación directa para Londres y uno de los equipos favoritos del torneo pese a la baja de una de sus bazas, Thiago Alcántara, volverán a encomendarse a sus absolutos para tener ese salto de calidad necesario y tratar de sacar partido a la filosofía que está dando los títulos en todas las categorías, basado en el toque y atacando con todos los jugadores en bloque.

La gran baja para este encuentro será la del jugador del Athletic de Bilbao Iker Muniain, que después de sufrir una lesión muscular en el último amistoso, y de haber entrenado toda la semana en solitario, el martes se reincorporó a las sesiones con el grupo, y a pesar de que unas pruebas a las que fue sometido revelaron una gran mejoría, no fue suficiente para que el médico de la selección, Jorge Guillén, le diera el alta. De este modo, ante la baja de uno de sus titulares, Milla tendrá que decidir entre sus muchas opciones cuál será el sustituto del navarro, con el veloz Cristian Tello y Rodrigo como posibles recambios, mientras que no habrá novedades en el resto del once, con Domínguez e Íñigo Martínez perfilándose como la pareja de centrales.

Por su parte, el conjunto japonés quiere desquitarse de la mala actuación que realizó en Pekín, donde perdió los tres encuentros y se fue a casa con el casillero de puntos vacío, por lo que quieren resarcirse de esa humillante eliminatoria. El conjunto asiático ha cambiado mucho desde entonces y ahora es una plantilla mucho más consolidada, como demostró en la fase de clasificación.

El torneo masculino arranca sin partidos entre los favoritos

El torneo masculino de fútbol arranca hoy en diferentes ciudades de Gran Bretaña -Manchester, Newcastle y Coventry, Cardiff y Glasgow-, sin enfrentamientos entre los favoritos de los cuatro grupos en los que se dividen las 16 selecciones participantes. Así, se han evitado en la primera jornada del torneo la local Gran Bretaña y Uruguay en el Grupo A, y México y Suiza en el B; mientras que en el C y el D no hay ningún rival que haga ni siquiera sombra a Brasil y España en los pronósticos. Será precisamente el grupo de España, el D, el más madrugador, con un choque Honduras-Marruecos que dará a las 13.00 horas el pistoletazo de salida al torneo en un Hampden Park que a continuación servirá para que los de Luis Milla -Javi Martínez, Mata, Jordi Alba y compañía- empiecen a dar forma a las enormes ilusiones con las que han llegado a la capital de Escocia. EFEGLASGOW