Hay que calificarla, muy justamente, de agradable sorpresa, sobre todo porque nos regala unos diálogos más que elaborados y sugerentes, pero también porque sus personajes son verosímiles, tienen poso dramático y resultan casi siempre convincentes.

Que suceda esto con una ópera prima es digno de resaltarse y aún más si tenemos en cuenta que estamos ante un producto español, en coproducción con Estados Unidos, que se rodó en escenarios norteamericanos y que ha dirigido el madrileño, afincado en Nueva York, Martín Rosete. No ha tenido mucha suerte en su estreno en nuestras pantallas, ciertamente, aunque es más que probable que una cinta así abra las puertas a nuevos proyectos de futuro.

En sus 86 minutos de metraje, el director ha sabido encontrar las claves de un guion que combina con habilidad el drama con un cinismo y un sentido del humor notorios y que apenas cuenta con un decorado único, una mansión de amplias ventanas de cristal rodeada de una agradable zona verde ideal para cenas con debates.

Precisamente la noche en que se desarrolla la trama transcurre por esa vía, con dos parejas que se han reunido para abordar serios problemas que deben resolver cuando antes. Todo tiene que ver, como resalta el título, con el dinero y más en concreto con un maletín que porta Sean y en el que hay cinco millones de dólares en metálico.

En sus conversaciones se deja sentir la profunda crisis en la que están sumidos, tanto en el plano humano como en el económico. El que no estaba invitado y que aparece para amargarles la fiesta es John, que se hace pasar por el típico vecino simpático y acogedor y que con su capacidad de seducción no tarda en unirse al grupo.

Desde que los cuatro se convierten en cinco el panorama cambia bruscamente y alcanza niveles insospechados cuando John saca una pistola y reclama todo el dinero del maletín, demostrando que está al tanto de las actividades ilegales de Sean y Mark.

Se entra así en los márgenes del thriller, tanto más tenso cuanto que la astucia de John demuestra su habilidad para moverse en estas lides.